Reportaje | Los equipamientos mortuorios En la ciudad existen en estos momentos diez camposantos parroquiales, ocho municipales y tres privados, pero la demanda supera con mucho la oferta
11 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?igo arrastra desde mediados de los noventa una lista de espera para adquirir 5.000 nichos. Es una de las razones que han esgrimido los técnicos para justificar la creación de un gran cementerio público. Desde 1992, apenas se han construido unas trescientas plazas municipales para satisfacer tal demanda. Pereiró lleva más de un siglo funcionando como único gran referente y está tan constreñido que no tiene posibilidades de crecimiento. El gobierno de Corina Porro suspira por que la oposición le deje construir cien nichos y cuarenta ceniceros en Castrelos. Es unos de los proyectos que lleva en el borrador de presupuestos municipales del 2005, con un coste de 113.000 euros. Si se sacasen a concurso más nichos, se los rifarían. La demostración palpable es lo que ocurrió hace sólo tres meses en Candeán. Los promotores del nuevo cementerio privado construyeron y sortearon 2.080 plazas ante la falta de oferta municipal. Los pocos que quedan ahora mismo se venden a 1.500 euros para los vecinos de la parroquia y 1.700 para los de fuera. La concesión es por treinta años. Y es que el de los camposantos es un negocio seguro, tal y como está la situación. Lo sabían muy bien los anteriores dueños de Emorvisa, que en la etapa de Manuel Pérez se habían ganado el apoyo del PP y del PSOE para controlar su gestión una vez privatizados. La operación, muy polémica y contestada socialmente, no se llegó a aprobar gracias a la oposición, entre otros, de la entonces concejala de Bienestar Social, Corina Porro. La demanda sigue superando con mucho a la oferta. En estos momentos, en Vigo hay veintiún cementerios: diez parroquiales (Alcabre, Bouzas, Castrelos, Comesaña, Coruxo, Freixeiro, Navia, San Miguel de Oia, Sárdoma y Valadares), ocho de titularidad municipal (Cabral, Candeán, Beade, Bembrive, Lavadores, Teis, Zamáns y Pereiró) y tres privados (Valadares, Matamá y Candeán). Entre todos suman una superficie de 214.338 metros cuadrados, menos de lo que se reserva para el nuevo equipamiento que se promueve en Beade. En cuanto a los precios, la situación apenas ha variado en los últimos años. El coste de la concesión de un nicho municipal por un período de 50 años está en 1.693 euros, similar al metro cuadrado de vivienda nueva. La inicineración, pese a su crecimiento, siguen siendo una opción minoritaria entre los gallegos. El Ayuntamiento de Vigo tiene una buena oportunidad para frenar la especulación si no tarda demasiado tiempo en construir el nuevo gran cementerio (el plan general lo considera un equipamiento de cierta urgencia). Los expertos consideran que serviría, cuando menos, para contener los precios y dar un buen servicio.