El cartero llama dos veces

La Voz

VIGO

Cuentos Municipales

14 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

STÁN los buenos amigos y parientes que son Martín Códax y su bisnieto Cachamuíña , entrando en un juego imaginativo. -Es verdad -afirma Martín Códax , que se inclina hacia la izquierda, políticamente hablando- que el cartero siempre llama dos veces a las puertas de la gente. Es indudable que hay una segunda oportunidad... el caso está en saber aprovecharla. -¿Y por qué no nos imaginamos qué harían los míos -apunta Cachamuíña, más del PP que Angel Acebes y Fraga juntos- ante esa segunda llamada del cartero a su puerta? Y se ponen a soñar, ambos a dos, y al primero que ven es a O León dos Valos , el todopoderoso portavoz del Partido Popular y concejal de Urbanismo, que por un instante tiene la vara de regidor en la mano. -Parece como si la hubiera llevado toda la vida -dice Cachamuíña -, lo cual puede denotar que lleva mucho tiempo esperándola, como si se considerara tan capacitado para manejarla al menos como quienes han llevado antes la vara de mandatario. Su sueño se completa con una alcaldía nueva... que parece ser el sueño de todos los regidores. El querría gobernar Vigo desde una torre o rascacielos de cien alturas, como símbolo del nuevo poder. Y quizá en al puerta, en lugar de tener dos leones, como en las Cortes, colocaría dos reproducciones de El de la Triste Figura y Xavi el Duro , los nacionalistas que tanto le están ayudando a sacar adelante su Plan General de Ordenación Municipal. Al tiempo piensan Martín Códax y Cachamuíña cuál sería la segunda oportunidad que querría aprovechar La Esperanza Rubia , que ya ha conseguido ser alcaldesa, aunque quizá sea a plazo fijo y corto, e incluso es senadora. Como ha desempeñado en su día una dirección general y hasta una consellería importante, no se les ocurre pensar a qué puede aspirar, sin poder ser ministra con ZP, evidentemente. -¡Quiere ser jefe de gabinete de sí misma! -exclama complacido con el descubrimiento Martín Códax- . Ha descubierto que se manda un montón y que nadie te echa la bronca, como si no existieras ni pintaras nada. Eso sí, los ediles te odian... pero te odian por lo bajo y a escondidas, como pasaba en las coplas de antes con los amores ilegales. En una esquina medita OT 3, el edil responsable de Cultura, Fiestas, Educación, Bienestar Social, Sanidad, Normalización Lingüística... - Yo lo que quiero es ser una sola cosa, como las personas normales. Por ejemplo -dice OT 3- concejal de Jardines, y pasarme el día como La Esperanza Rubia , mirando para las flores, para que no me las roben. Aparece el que todos esperan, es decir Como una Moto , el concejal de Tráfico o Movilidad, posiblemente el edil más odiado por los administrados. - ¿Y lo suyo, querido edil? - le pregunta su correligionario Cachamuíña - ¿Cuál es la segunda oportunidad que usted querría aprovechar? - La ilusión de mi vida es volver a ser ciudadano normal para aparcar en doble fila sin que nadie me pille. Como ahora más o menos.