David Muñoz, componente del dúo Estopa David y José Muñoz, los hermanos Estopa, llegaron ayer a Vigo a primera hora de la tarde y desde primeras horas de la mañana, el hotel en el que se alojaban no paró de recibir llamadas de jóvenes que querían que les pasasen con la habitación del señor Muñoz, por si colaba. Llegaron muy cansados. Venían de promocionar su disco en París y dispuestos a recibir otro baño de masas en su última cita gallega de la gira. José, el pequeño, estaba agotado y se quedó en la habitación hasta la hora de los ensayos. David, el mayor, aprovechó para hacer turismo y antes de actuar habló sobre sus experiencias, sus gustos y sus proyectos.
24 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El glamour es un concepto ajeno a la fama de la que gozan los hermanos Muñoz y que convierten en naturalidad. En su corta estancia en Vigo, David comenzó tomándose una cerveza de marca gallega en el bar del hotel y luego se fue a ver Vigo mientras su hermano pequeño, demasiado cansado para salir, se quedaba en la habitación. «Ahora viajamos a muchos sitios pero no tenemos casi tiempo de nada, así que me gusta aprovechar y conocer algo de las ciudades en las que estoy. He ido a la playa de Samil y he comido marisco y empanada», contaba ya metido en el pabellón, durante los ensayos. -¿Conocían Vigo? -No, pero puedo decir que primero somos del Barça y después del Celta, y no es por hacer la pelota, lo juro. Puedo recitar la alineación completa. -Con tanto trajín de conciertos, ¿cómo hacen para aguantar? -Dormir mucho. Y salir lo menos posible. Es la única manera de resistir 150 conciertos casi seguidos. -¿Entonces la fama les está cambiando? -Nuestra personalidad, no. Nuestros hábitos, sí. Salir ahora es agobiante, porque a mí me gusta salir y que no me reconozcan y ahora eso es imposible, aunque tengo mucho respeto por los fans. -¿Y compensa? -Compensa mucho. Salir al escenario y ver al público que nos sigue es impresionante, pero no para toda la vida. Lo que queremos mi hermano y yo es dirigir películas. Somos unos fanáticos del cine. -¿Cuál es el tipo de películas que les gustan? -Las de Tarantino y las de Robert Rodríguez. -¿Qué les parece tener seguidores tan pequeños? -Que las madres un día de estos se van a dar cuenta de que es un poco extraño. Les compran el disco por la canción de La raja de tu falda y luego sale lo que sale y a los niños les gusta todavía más. Es el efecto South Park. -Son como las Spice Girls... -No, porque las Spice Girls era un rollo pijo que a nosotros no nos va. A nosotros lo que nos encanta es ver a la gente de los barrios, como nosotros. No es que ellos se identifiquen con nosotros, es que nosotros nos identificamos con ellos. -¿Y qué escuchaban los Muñoz de niños? -A La Polla Records. -¿A los cuatro años? -Bueno, no, a Enrique y Ana. Más tarde a La Polla, Kortatu, Los Chichos, Siniestro Total...Flamenco y distorsión. ¡Ah!, estuvimos en el hotel con el que fue cantante en Siniestro, Miguel Costas. Nos hizo mucha ilusión. -¿Ahora cuándo tienen tiempo de hacer canciones? -Ya están pensadas. Se nos ocurrieron por ahí. Antes fabricábamos coches y ahora canciones. Cambia el producto, aunque no me guste esa palabra porque estamos en contra de la mercadotecnia. Pero al fin y al cabo una canción es una historia, una película que cuentas con música. Es la banda sonora de la vida. -¿Con qué sueñan ahora? -Los sueños ya están cumplidos. Lo que queremos es seguir viviendo de esto y p''alante. Seguir así, tal como somos.