Villares: «Me gustaría continuar en el Deportivo el resto de mi carrera»

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

«No me veo con otra camiseta, ni ahora ni dentro de seis o siete años», señala

05 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La entrevista con Diego Villares se desarrolla en la sala de prensa de Abegondo. Hace un mes, en otra entrevista en el mismo lugar, Álex Bergantiños había destacado al futbolista lucense de Samarugo (1996) entre los principales referentes del Deportivo de hoy. «Cualquier aficionado de este equipo podrá imaginar lo que significa para mí que alguien como Álex diga algo así», dice.

—¿Esa condición supone más un estímulo o una responsabilidad?

—A mí me afecta para bien. No siento que tenga más responsabilidad, sino más importancia, quizá. Me da una mayor confianza.

—En realidad no hace ni dos años desde su debut. El cambio de estatus ha sido rapidísimo. ¿Lo nota? ¿Ha costado adaptarse?

—Creo que la pandemia me suavizó bastante el salto. Al no haber tanta gente en el estadio, por ejemplo. Creo que sí he ganado jerarquía, especialmente en el campo, y el cambio se nota porque estás en un grande de España y la gente te reconoce, pero se trata de asumir el rol que te toque día a día y temporada a temporada. Si te paras a pensar...

—Su contrato va hasta el 2025. El más largo. Los años en el Vilalbés van a evitar eso de ser un hombre de un solo club y aún es joven, pero ¿se ve en el Dépor el resto de su carrera?

—Me gustaría, claro. No me imagino en ningún otro club, con otra camiseta. Ni ahora ni en seis o siete años. El Deportivo es donde quiero estar.

—Detrás llegaron desde la cantera dos futbolistas como Yeremay y Trilli que aún no han logrado asentarse en el primer equipo.

—Hablamos de dos chicos muy jóvenes, de 20 y 19 años. Trilli viene de estar lesionado y le cuesta un poco recuperar esa forma. Lo importante es cómo sepas gestionar las situaciones, porque en esta profesión un día te vas a ir a casa contento y al día siguiente asqueado porque no has jugado un minuto. Tienes que mantener el nivel, el trabajo, para estar listo. Yo creo que ambos lo están haciendo. Prácticamente han vivido un salto desde el Juvenil y eso hace que todo cueste más. La diferencia a todos los niveles es enorme y no va a ser un camino de rosas.

—¿Y entre lo que hay ahora en el Fabril? ¿Ve mimbres?

—Hablamos de un filial muy joven. Es distinto al del hace unos años. Solo hay que recordar que cuando yo subí al primer equipo, al principio no me podían hacer ficha porque no era sub-23. Creo que Óscar Gilsanz va a ayudar muchísimo a esos futbolistas, lo puedo decir por experiencia porque lo tuve en Vilalba y me hizo mejorar una barbaridad tácticamente. En un par de temporadas habrá varios en condiciones de dar el salto.

—El club se queja de las dificultades para retener el talento. Especialmente a los más jóvenes. ¿Cómo percibe esa situación?

—Es todo un poco exagerado: representantes, contratos con marcas... Chicos que están jugando aquí, en este campo [señala el artificial de Abegondo, en el que suelen actuar los equipos de categorías más bajas] y están rodeados de agentes que les van a ofrecer un acuerdo con grandes marcas deportivas. Un niño no puede estar pendiente de eso, tiene que estar disfrutando, tener esto como una diversión.

—¿Coincide con el presidente del Deportivo en que debería haber mecanismos de protección?

—Creo que por parte de los clubes o de instancias superiores debería existir algún tipo de limitación. Si no, vemos niños de doce años que se descentran con esas cosas, que no disfrutan de lo que están haciendo en cada etapa.

—Ahí surge el riesgo de frustración. ¿Se trabaja lo suficiente la cabeza del jugador?

—Cada vez se está dando más importancia a ese aspecto, pero el camino ahí aún es largo y falta mucho por hacer. Cuesta asumir que es un proceso y que después de subir la exposición es mucho más alta. Y además, en esta profesión, por desgracia la valoración negativo siempre afecta más que la positiva, aunque sea minoritaria.

—Tampoco ayudará el estado de necesidad constante del club.

—Estamos en un club poco acostumbrado a este nivel de fracaso. Llegamos a Segunda B pensando en un camino de rosas para ascender y ver pasar los años mientras sigues en Primera Federación es algo complicado de asumir. El nivel de exigencia es grande; al nivel del club en el que estamos. Y solo se mejora desde la exigencia. Sin ella, te dejas ir.

«En el choque se me pasaron un montón de imágenes por la cabeza en un segundo»

En la última jornada del 2022 para el Dépor, Villares dio el susto al desplomarse sobre el césped tras un choque en un duelo aéreo. «Si ves las imágenes, impresiona —admite—. Yo las vi después del partido, porque me las pasaron familiares y amigos. En directo, el golpe no me había parecido tan impactante. Al principio me encontraba un poco mareado, pero cuando me levantan y pude abrir los ojos, aunque me molestaba el cuello me sentía mejor. En el momento dije que podía seguir sin problema, pero no me dejaron».

—Recordó al accidente de Fernando Torres en Riazor.

—Sí. Mientras caía después del salto se me pasaron un montón de imágenes por la cabeza. En un segundo. Luego Bergantiños me dijo que le recordó muchísimo a lo que le había pasado a Torres.

—Antes de lesionarse, marcó en otro robo arriba. Le está sacando partido a la presión alta.

—Óscar nos insiste en saltar, y sobre todo en encadenar. Como en el gol del otro día, en el que voy a un lado y luego encadeno la presión en el pase al siguiente. No siempre vas a robar, pero al menos vas a retrasar la transición del rival o provocar errores.

 «Lucas está metido y esa competitividad entrenando siempre ayuda»

Villares era un hincha más cuando Lucas Pérez goleaba con el Dépor en Primera.

—¿Cómo ha vivido la plantilla el fichaje?

—Sobre todo intentando desde dentro abstraerse de todo el revuelo que se formaba, y se forma, con su llegada. Es normal que la gente esté tan ilusionada con su vuelta, pero desde dentro siempre intentas abstraerte un poquito, aunque siempre lees y estás al día de lo que pasa.

—¿Dónde estaba usted cuando marcaba con el Dépor en Primera?

—En Vilalba, sería juvenil aún. Iba a Riazor cuando él jugaba, y no una o dos, sino bastantes veces.

—¿Qué cree que puede aportar al equipo?

—La calidad que tiene Lucas ya se veía en Primera División, así que en Primera Federación... Nos puede ayudar mucho con esa falta de gol que estamos teniendo a veces. Y, sobre todo, añadir un poquito más de calidad a todo el equipo.

—¿Cómo ha venido? Se le ha visto hasta protestando un penalti en el entrenamiento…

—Sí, le gusta. Está metido, y eso es bueno, porque esa competitividad entrenando siempre ayuda.