Lucas Pérez: «Que sí, ganamos, pero eso no fue penalti»

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El delantero bromeó con sus compañeros y técnicos tras un lance del entrenamiento del martes

05 ene 2023 . Actualizado a las 10:04 h.

El fútbol de la calle regresó a los entrenamientos del Dépor. «Yo no soy estrella, soy Lucas, el mismo de Monelos», afirmó durante la rueda de prensa previa a su presentación en Riazor. Y ha quedado claro desde la primera sesión en la ciudad deportiva de Abegondo. La culpa la tuvo un penalti en el último de los ejercicios ordenados por Óscar Cano. Consistía en consecutivos partidillos de entrenamiento en que cinco bandos de cuatro futbolistas cada uno se enfrentaban en la canchera modalidad del rey de pista. El que gana se queda en el campo, el que pierde espera nuevo rival. Lucas jugó al lado de Jaime, Retuerta e Isi Gómez, con el que se vio departir amigablemente, quizá de su pasado común en el Rayo.

Pantalón corto remangado, gesto serio y concentrado, por un momento el tiempo regresó a aquellos entrenamientos de sus anteriores etapas en el Dépor, en que la espontaneidad de Lucas empapaba todas las sesiones. Mientras aún resonaban los ecos de la apoteósica presentación del martes, y el estadio se prepara para el partido del domingo, para el que se aguarda otra importante entrada, un nutrido grupo de hinchas, en su mayoría familias, no dudaron en acudir a Abegondo para volver a acompañar al jugador en el que fue su retorno a la ciudad deportiva.

Lucas estaba en su salsa. Nadie quiere perder a su lado. El primero que lo demostró fue Jaime, que entró con el cuchillo en los dientes a los pies de Olabe para evitar un gol cantado en su portería. El balón salió rebotado a los pies del 7 blanquiazul que, de primeras, se sacó un misil cruzado que besó la red contraria. Golazo. «Fue penalti», invalidó el preparador de porteros, Alberto Casal, improvisado árbitro, con el evidente disgusto del delantero. El tanto fue anulado y se tiró la pena máxima, pero el jugador, todo competitividad, seguía discutiendo la decisión en el intermedio con Óscar Cano y su ayudante, Elías Martí. «Alberto, a la nevera», le dedicó entre risas al preparador de porteros.

Los partidillos se sucedieron, algunos estelares, como el que enfrentó a los equipos de Lucas y Quiles, aunque el que marcó fue Jaime. O el que jugó contra el de Svensson, decantado por Lapeña. La tarea llegó al minuto final con dos bandos empatados, uno de ellos el de Lucas Pérez, y el gol decisivo correspondió a Retuerta, al que Lucas no dudó en abrazar feliz. «Bien, Retu, bien», le dedicó. Con la misma sonrisa posó luego todo el equipo para la foto del rey de pista. A punto de volver a los vestuarios, el delantero aún tuvo tiempo para seguir con las bromas, mientras arrancaba las sonrisas de sus compañeros y el cuerpo técnico. «Que sí, ganamos, pero eso no fue penalti». El Deportivo vuelve a disfrutar de Lucas, el auténtico y genuino, el de Monelos.