El entrenador, que salva una situación muy delicada, se congratuló del empate obtenido, pues consideró que hará crecer como bloque al Dépor
24 sep 2019 . Actualizado a las 10:35 h.Tanto estaba sufriendo Anquela en los instantes finales, que se situó detrás del banquillo presa de los nervios. Hasta allí lo tuvo que ir a buscar el árbitro para amonestarlo cuando protestó una de sus decisiones. El veterano entrenador acabó satisfecho el partido en el que se jugaba mucho de su crédito al frente del banquillo deportivista. «Me quedo con el trabajo y que necesitábamos un día así y mantener la puerta a cero para coger confianza e ir paso a paso. Si pensamos que somos superiores a alguien sin trabajar, es imposible», señaló al final. Una idea en la que incidió varias veces: «Lo primero que necesitamos es sentirnos fuertes atrás y darnos cuenta de que somos un buen equipo. El equipo ha peleado y trabajado, y hemos tenido tres o cuatro oportunidades bastante claras ante un rival que concede muy poquito». Repreguntado sobre si estas del partido del Carranza no eran pocas, el entrenador afirmó: «¿Tres ocasiones contra el Cádiz son pocas? Claro que querría tener diez, pero debemos conformarnos con lo que tenemos».
Cuestionado por esos claros ataques, el andaluz señaló: «Hay que pedir más al equipo, La tuvimos clarísima con Jovanovic y, según me dicen, hay un penalti y una falta en la frontal. Acciones ofensivas tuvimos, lo que falta es meterlas». Y aún añadió sobre la del serbio, quien pudo pensar que estaba en posición antirreglamentaria: «Yo primero la meto y después miro si es fuera de juego».
Anquela se acordó aún del empate contra el Numancia en Riazor para dar aún más valor a este. «Lo del miércoles fue muy duro y traumático para nosotros. Teníamos un 3-1 en el minuto 88 y fue traumático, pero lo bueno es que los chavales creen en lo que hacemos y lo único que nos falta es la suerte de coger dos resultados buenos y que sepamos que haciendo eso podemos llegara ser un equipo que compite bien», explicó.
El vestuario también dio por bueno el punto conquistado. Dani Giménez se reconoció «con buen sabor de boca, porque este es un buen punto de partida, siendo sólidos y fuertes en defensa. No estamos para jugar de tú a tú con el Cádiz, pero el equipo ha sufrido y ha sabido trabajar. No es lo que queremos, pero es un punto de partida al que aferrarse», añadió.
Su compañero Salva Ruiz insistió: «Tenemos que ser más exigentes a partir de este buen punto de partida».
