El equipo coruñés resistió el dominio del Cádiz y completó su primera portería a cero de la temporada

pedro barreiros
Redactor

El Deportivo empató sin goles en Cádiz y salvó dos bolas de partido en una. En plena depresión, salió a flote en casa del segundo clasificado y sumó un punto merecido que insufla aire a Anquela. Si el planteamiento del veterano técnico, más resistente, serio y eficaz que brillante, no regresó del Carranza con la victoria fue porque esta vez el VAR no hizo justicia en el área local. Tampoco Aketxe ni Jovanovic acertaron en sus claras ocasiones en un tramo final jugado de área a área y con el corazón en la boca.

El Dépor creció en la primera parte. Arrancó empequeñecido, con la línea defensiva clavada a la frontal y Mollejo como única salida desde la cueva. Sucedió en este tramo las claras llegadas de Álex Fernández y Perea, a los que se les encasquilló el revólver cuando solo debían rematar, pero sobre todo el paradón de Dani Giménez tras el cabezazo a bocajarro de Cala en un saque de esquina. El santo de Riazor metió una manopla imperial cuando el balón se colaba en la portería.

Pero los coruñeses se espabilaron y en el segunda mitad de esta primera parte mostraron otra cara. El Cádiz ya no les hacía daño y, tras una combinación entre Santos y Aketxe rematada por Galán que Cifuentes despejó con apuros, por fin se atrevieron a jugar. Incluso pudieron marcar en dos lances claros, ambos ocurridos en la misma jugada: un contragolpe del Dépor llevado por la izquierda acabó en centro del exfabrilista cuyo rechace Gaku empaló lastimosamente alto. Mientras tanto, en el área el local Cala agarraba por la camiseta y derribaba a Santos sin que el videoarbitraje llamase la atención del colegiado. Fue un penalti clarísimo.

Tras el descanso, el partido volvió al minuto uno. Es decir, el Deportivo regresó a la cueva y el Cádiz empujó. Es cierto que al cuadro andaluz le siguió faltando el último pase o el remate certero (lo intentaron Salvo, Iza y hasta Alejo antes del ecuador de esta segunda mitad), pero la respuesta blanquiazul era tan pobre que apenas traspasaba el mediocampo. El Dépor, que ya se había pasado buena parte del período inicial corriendo detrás del balón, de nuevo lo perdía una y otra vez.

Otra vez el estirón coruñés se hizo esperar hasta los instantes finales con dos ocasiones clarísimas camino de los diez minutos finales. Aketxe, que pasaba de puntillas por el regreso a su casa, dispuso de una falta que ni pintada. Marcos Mauro desbarató con la mano una jugada individual de Salva Ruiz, que remontó hasta la frontal. El defensa del Cádiz se echó al suelo para taponar el disparo del lateral solo un poquitín por delante de la línea del área. Pero el disparo del temible dorsal diez, casi infalible a balón parado, golpeó en la poblada defensa amarilla, que se metió al completo en su área.

Aún fue más clara la siguiente. Casi sin tiempo para mesarse los cabellos, Bergantiños filtró un gran pase al área, donde controló Jovanovic, que acababa de entrar. Pero el serbio sigue peleado con el balón, que se le quedó un poco atrás y el chut, completamente solo en el área, se le escapó pegado al palo. Con el Cádiz volcado, el sufrimiento final mereció la pena para volver a ver sonreír a este Dépor.

Ficha técnica:

0 - Cádiz: Cifuentes; Carcelén (Querol, m.81), Cala, Marcos Mauro, Franco; José Mari (Alejo, m.67), Garrido, Álex Fernández, Salvi, Perea; Nano Mesa (Quintana, m.67).

0 - Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Lampropoulos, Montero, Salva Ruiz; Bergantiños, Shibashaki, Aketxe (Gandoy, m.94), Mollejo (Jovanovic, m.78), Galán (Luis Ruiz, m.87); Santos.

Árbitro: Arcediano Monescillo (Comité castellano-manchego). Amonestó con cartulina amarilla a los visitantes Bóveda y Galán.

Incidencias: Partido de la séptima jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el estadio Ramón de Carranza ante 16.027 espectadores.