El delantero supera la prueba y trabaja a las órdenes de Mel en el once que se medirá al Madrid
18 ago 2017 . Actualizado a las 15:44 h.Arrastra desde hace días una microrrotura en la zona inguinal derecha, pero sigue haciendo todo lo posible por llegar. Florin Andone no quiere perderse la primera cita oficial de la temporada y, después de una jornada de descanso (martes) y otra de trabajo al margen (miércoles), ayer regresó al grupo y se ejercitó a las órdenes de Pepe Mel, completando el entrenamiento con todos sus compañeros.
Las numerosas bajas con las que cuenta el cuadro blanquiazul (Çolak sancionado, Carles Gil lesionado y Valverde por contrato) hacen que el delantero rumano haya echado el resto para no dejar tirado al equipo y esté forzando en su recuperación. Incluso no descartaría afrontar el partido infiltrado, si las molestias no le remiten.
Y, como era de esperar en caso de recuperarse, el técnico no dudó ayer en situarlo en el presumible equipo inicial que movió durante el partido de once contra once. Fue el mismo equipo con el que había un día antes, pero con la incorporación del rumano en detrimento de Bruno Gama. De esta forma, Mel dice adiós al rombo, aunque sigue apostando por reforzar el medio del campo con un trivote.
De esta manera, el presumible once inicial, salvo contratiempo, será el formado por Rubén, con Juanfran, Schär, Sidnei y Luisinho en la línea defensiva; Guilherme, Mosquera y Celso Borges como mediocentros; con Fede Cartabia y Bakkali en las bandas y Andone como hombre más adelantado. Solo cinco futbolistas repiten del equipo que la temporada pasada cayó por 2-6 (Juanfran, Sidnei, Luisinho, Guilherme y Andone).
El dibujo táctico que trabaja Pepe Mel para tratar de hacer frente al campeón de Europa es un 4-3-3 en ataque, con los extremos bien abiertos; que se convertiría en un replegado 4-1-4-1, con Guilherme por delante de la defensa y una línea de cuatro retrasando a los extremos para tratar de impedir situaciones de dos contra uno en las bandas.
Presión y estrategia
No obstante, Pepe Mel sabe que solo con encerrarse y esperar el contragolpe no arregla nada frente a un Real Madrid que está en estado de gracia, por eso ayer trabajó también la presión y la estrategia. El técnico blanquiazul insistió a sus futbolistas en que el primer paso para conseguir algo positivo es alargar el partido, tratando de que el Madrid no cobre ventaja en los primeros minutos. Una obviedad, sí, pero que el año pasado no lo fue tanto.
A partir de ahí, quiere un trabajo de ayudas y presión en el que los futbolistas del medio del campo, en un ejercicio de acordeón, sean capaces de ir a presionar la salida del balón, pero sin perder la cabeza, retrocediendo automáticamente y saliendo el siguiente compañero.
Además, el madrileño considera que el balón parado puede resultar decisivo a la hora de puntuar. Por este motivo, ha trabajado esta semana las jugadas de estrategia, algo que incidirá mañana en una sesión que tendrá lugar en el estadio municipal de Riazor a puerta cerrada.