Con el fichaje por concretar de Joel o Alves, el club incorporaría al décimo cancerbero en cuatro años
11 jul 2017 . Actualizado a las 13:51 h.Hay sombras tan alargadas y vacíos tan sonoros que resultan imposibles de llenar. Algo así está ocurriendo en el Deportivo, que lleva cuatro años y nueve guardametas en busca del nuevo Aranzubia, pero sigue sin encontrarlo. Quizá a la décima llegue la vencida. Joel y Diego Alves aprietan el paso para ocupar la portería blanquiazul la próxima temporada, pero, al cierre de esta edición, seguían perteneciendo al Everton y al Valencia, respectivamente. Quizá ambos se consideren con todas las bazas para llegar a A Coruña, pero solo uno lo hará finalmente.
Aquel, de 27 años y 1,95 metros, canterano del Atlético de Madrid, con cuya primera plantilla debutó en el 2010, lleva las últimas cinco temporadas en Inglaterra. Cuando se marchó se le consideraba una de las más firmes promesas bajo palos del fútbol español: como suplente de De Gea fue campeón de Europa sub-21 en Israel. Pero en el Calderón no tenía sitio y el Everton pagó entre 4 y 5 millones de euros por su fichaje. La campaña pasada disputó 20 partidos, su mejor cifra, pero desea regresar tras el fichaje por parte de su club del joven guardameta del Sunderland. No solo el Deportivo lo ha apuntado en su agenda, también el Getafe (el equipo de la localidad natal del futbolista), pero ambos le exigen lo mismo: que su precio baje.
Su caso no se revela exactamente igual que el de Alves, porque a este el Valencia sigue insistiendo en traspasarlo. Lleva nada menos que un año intentándolo, pero ahora Marcelino se ha negado a llevarlo a la concentración de pretemporada, por lo que el club che se está viendo entre la espada y la pared. El principal problema radica en la alta ficha del jugador y las pretensiones de la entidad de Mestalla, que espera ingresar un pellizco de unos 3 millones de euros. Alves, de 32 años y que había llegado a la Liga en el 2007 para jugar en el Almería, también aprieta, pues está entrando en los planes de la selección brasileña y sueña con acudir al próximo Mundial... Mientras el Dépor suspira por hallar un guardameta de futuro.
Relación
No lo halló en los cuatro últimos veranos. Eso sí, tras la salida de Aranzubia, Lux fue el que más se le acercó, aunque, salvo en la temporada del ascenso, su labor siempre tropezó con un inconveniente. Fabricio le adelantó en Primera antes de marcharse al Besiktas, a la siguiente campaña Manu Fernández jugó las jornadas decisivas, y, antes de que el nuevo meta de River Plate concluyese a gran altura la más reciente, Tyton le adelantó un puñado de partidos en la primera vuelta. Al margen de estos nombres, en las últimas temporadas también transitaron por la portería de Riazor el fabrilista Marc Martínez, el canterano David Gómez y Pletikosa, mientras a los ya citados el curso pasado hay que añadir a Roef y Rubén.
Este último y Tyton se convierten en los dos porteros de la primera plantilla con contrato en vigor. Rubén, quien destacó en las filas del Anderlecht durante la pasada segunda vuelta, cuenta con vínculo hasta el 2019, pues el acuerdo inicial hasta el 2018 se alargaría un año a mayores en función de los partidos jugados. El polaco, cuyo compromiso también se extiende dos temporadas más, afronta el reto de revertir el mal estreno con la camiseta del Dépor. A su lado se entrenan a diario a las órdenes de Pepe Mel el fabrilista Francis y el juvenil Chema.