Portero alemán con sello culé

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Paul Hanna | REUTERS

Indispensable en el inicio de jugada pese a sus graves pifias, Ter Stegen es el meta que más y mejor juega con el pie

15 oct 2016 . Actualizado a las 15:33 h.

A Tyton le pudo la familia. Quería estabilidad, olvidar las recurrentes mudanzas de las últimas temporadas y encontrar una ciudad en la que asentarse a largo plazo. A Coruña le pareció tan buen lugar como otro cualquiera, así que firmó tres campañas con el Dépor con la idea de al menos elevarle el precio a la titularidad. De momento, solo se ha encarecido para él y Rubén, que esperan en el banquillo y la grada un respiro para Lux. El polaco fichó confiado en su saco de virtudes, entre las que destacó una que a él le parece fundamental: evitar que el balón entre en la red. «Que nadie se olvide de que somos porteros -reclamó en una entrevista de pretemporada-. Por favor, que la gente tenga en cuenta que lo más importante en nuestra profesión es detener la pelota, no importa cómo. Si la paras, si te golpea... De cualquier manera». El relato de las obligaciones de su cargo seguía así: «Y si además eres capaz de jugar bien con el pie... Fenomenal». Lo otro, lo de parar, le parecía lo sustancial.

Tyton nunca será el portero del Barça. Su visita de esta tarde será lo más cerca que estará de habitar en el Camp Nou (donde hace un par de años le marcaron tres para amargar su estreno en la Liga con el Elche). Allí solo se llevan los porteros que dan buen trato al balón. Y este curso tienen uno que lo mima cantidad. Demasiado, incluso, si se le pregunta a Piqué. «Podría haber arriesgado menos», reflexionó el central sobre una acción de su compañero con el cuero controlado que sentenció en Balaídos al conjunto culé. De inmediato, redondeó: «Tiene que seguir jugando así».

Al consejo (el de mantenerse fiel a su estilo) se han ido sumando durante el parón varias voces autorizadas. Luis Enrique en sala de prensa; Puyol, durante un acto oficial; o Neuer, meta titular de Alemania, aprovechando la concentración de la selección. «Es uno de los mejores porteros del mundo», afirmó después quien priva a Ter Stegen de la titularidad bajo palos en la campeona del mundo.

Hay datos que avalan la apreciación del cancerbero del Bayern. En la lista figuran los tres penaltis parados de los cuatro que le han tirado en Champions defendiendo los intereses del Barcelona. El último, frente al Celtic, enmendando otra acción en la que había errado. «No solo detiene penaltis, sino que da mucha seguridad. Cuando se le necesita, siempre está», razonaría Rakitic después.

Unos días antes se había resarcido de una nueva pifia frente al Athletic de Bilbao salvando con la cara («no importa cómo», que diría Tyton) una oportunidad clara que había regalado con el pie. Porque la penitencia del alemán está en su mayor virtud. En aquel encuentro contra los vascos batió el récord de pases buenos de un arquero en la competición (52).

Es con diferencia el portero de LaLiga que más pases da por encuentro (por encima de 40 de media) y, sin la menor duda estadística, el que los reparte mejor. Ostenta un 83 % de acierto; quien le sigue, el mexicano Ochoa, se queda en un 66 (49 alcanza Lux). A nivel continental tampoco hay un meta que combine mejor. El que más lo intenta es Claudio Bravo, hasta hace nada rival por la plaza que hoy ocupará en el Camp Nou. El chileno, ahora en el City, es el jugador con guantes que más veces toca el cuero con el pie (46 de media), pero su éxito al buscar al compañero se queda en un 78 %. Lejos de quien lo desbancó en el Barça después de haberse hartado de esperar. Luis Enrique tuvo que elegir este verano y se quedó con el alemán, que ya llevaba el sello culé.