Visita a un Alavés eufórico en busca de respiro contra los males que lo persiguen en el inicio liguero
19 sep 2016 . Actualizado a las 17:28 h.El Deportivo ansía hallar contra el Alavés el esconxuro de sus fatalidades. Los malos espíritus apenas dejan levantar la cabeza a este equipo, que pone un circo y le crecen los enanos, que pierde pocas horas antes del cierre de mercado a su goleador bandera, al que se le lesiona por diez semanas el futbolista llamado a suplirle y que en tres jornadas comprueba cómo las equivocaciones de los árbitros le han hurtado un penalti (contra el Eibar) y un gol legal (frente al Athletic). Por eso, esta noche en Mendizorroza solo puede comenzar a sonreírle la suerte. El crecimiento en el juego y el muy probable estreno como titular de Marlos levantan las expectativas coruñesas.
Es cierto que la sucesión de demonios que le asedian en este arranque liguero empujan a Garitano a cambiar el esquema deportivista, que retornará al 4-2-3-1. Todo apunta a que Andone actuará solo en ataque, mientras Bruno Gama, recuperado de sus problemas en la rodilla, la polivalencia de Fayçal y el ilusionante colombiano se moverán a sus espaldas. Los demás serán los mismos que perdieron de forma injusta frente al Athletic, con Mosquera y Borges otra vez al frente de la sala de máquinas y Arribas, como ocurrió en la segunda parte del último partido, en el puesto del lesionado Sidnei.
Así que estos tres puntos están llamados a sumar en el casillero deportivista y a preparar el camino de los que también ha de sumar el jueves en Riazor contra el Leganés. Aunque el entrenador vasco asegure que esta noche jugarán los mejores para conseguir la victoria, es inevitable nadar y guardar la ropa en esta semana de tres partidos en siete días que coronará el domingo con la visita al estadio Vicente Calderón.
Andone, a por el primer gol
Con solo dos goles a favor en el casillero, el inicial de Mosquera contra el Eibar y el último de Lucas, el choque también podría servir para espantar los malos espíritus que persiguen a Andone en pos de su primer gol liguero. Su trabajo de desgaste de las defensas contrarias resulta encomiable, pero, como a cualquier delantero, su rendimiento se medirá por los goles que marque. La cita de Mendizorroza lo deja solo junto a Borja Valle (Babel viaja a Vitoria, pero ni siquiera se sentará en el banquillo) ante el espejo de los 17 marcados por Lucas la temporada pasada.
En sus problemas para alcanzar la velocidad de crucero se cruza hoy con un Alavés subido a la ola buena. A su victoria en el Camp Nou, donde dio una lección de sobriedad defensiva y acierto en ataque, le había precedido un empate en el Calderón. De la mano de Pellegrino presume de un fútbol de estudio exhaustivo del adversario, al que concede muy poco, y veloz al ataque, donde Edgar, Deyverson e Ibai no se lo piensan ni un minuto para buscar la portería contraria. El técnico argentino, que hará pública la convocatoria poco antes del choque, podría incluir en sus planes al coruñés Raúl García, todo un seguro en las acciones a balón parado la pasada campaña.
Bergantiños viaja como tercer central
La visita a Mendizorroza se convierte en la primera oportunidad en que el nombre de Álex Bergantiños figura entre los dieciocho elegidos de Garitano. Probablemente el canterano se sentará en el banquillo como eventual recambio de los dos centrales titulares de hoy, Albentosa y Arribas, después de que Sidnei se lesionase el domingo pasado. El mediocentro, que la pasada campaña jugó 22 partidos (20 como titular y 1.748 minutos de Liga), hace gala de su polivalencia para entrar en los planes del entrenador vasco.
Garitano dispone de numerosas posibilidades en el eje del equipo, pues Borges parece haberse ganado la confianza de la que antes gozaba Guilherme, quien había abierto las dos primeras jornadas desde la alineación. A la espera de que el recién llegado Babel mejore su estado de forma, Bergantiños se revela junto a Laure y los porteros Tyton y Rubén como los únicos deportivistas que no han disputado ni un solo minuto hasta ahora. Acostumbrado en las últimos años a ganarse un puesto en el once tras cambiar el parecer inicial de los entrenadores, quizá su suerte cambie a partir de ahora.