Efectos secundarios de jugar al dominó

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Cabalar | Efe

La recomposición total de la zaga blanquiazul no ayudó en el repliegue y entorpeció el ataque

21 abr 2016 . Actualizado a las 12:16 h.

Víctor se dejó una ficha en Sevilla y se empeñó en tapar el vacío moviendo cuatro. La tarjeta que Lopo vio en el Pizjuán le impidió formar en Riazor en la plaza del todavía sancionado Arribas, así que Sidnei se escoró un poco a la derecha para hacerle sitio a Navarro. El catalán abandonó el lateral izquierdo para actuar de central, pero en el puesto que dejó libre no apareció ayer su sustituto natural. Luisinho, que ni siquiera llegó a calentar durante el choque, pasó la tarde en un banquillo del que había desaparecido Laure. Y no fue para ocupar una banda en la que ya se había alistado en alguna ocasión este curso, sino para obligar a Juanfran a emplearse a pierna cambiada.

El efecto dominó resultó tan desconcertante en la grada como a pie de campo, donde los desajustes se tradujeron en una goleada para la historia negra del Deportivo.

Laterales perdidos

Falta de contundencia y profundidad

La innovadora presencia de Juanfran en el carril izquierdo perdió aquella banda para la causa. El ex del Betis no destaca por sus virtudes defensivas, mismo mal del que puede pecar Luisinho, y además ayer se le negó su punto fuerte. Cada vez que el balón cayó en sus pies durante las transiciones ofensivas, el 11 se vio obligado a detener la carrera para conseguir orientarse.

Mientras tanto, en la derecha Laure gozaba del beneficio de su pierna buena, pero tampoco le sirvió de mucho. El único centro que logró poner en el primer tiempo, casi a la altura del descuento, se perdió lejísimos de la zona de remate.

Rematador sin opciones

Negados en las más claras ocasiones de gol

Un espacio, el destinado a finalizar las jugadas de los de casa, muy poco transitado durante los 90 minutos. El más asiduo a esa parcela acabó siendo Borges, con sus habituales apariciones sorpresa. Sin embargo, en esta ocasión le faltó puntería para maquillar (un poquito al menos) el desastre. Su segunda pifia ante Bravo encontró continuidad en Riera, con un chut que se perdió en las bancadas. El 9 apenas pudo ejercer de tal ante la escasez de servicios en condiciones y mató el encuentro descargando balones. Casi siempre para un Lucas que volvió a estar entre lo poco rescatable de la cita a fuerza de perseverar.

Trivote inocuo

Incapaces de imponer la cantidad

En esa zona gris que discurrió entre la zaga y el frente de ataque, Víctor pretendió alistar un trivote que se transformaba en línea de cuatro durante la transición defensiva. Como consecuencia, el Deportivo se impuso en la pelea por alto pero perdió la que discurrió a ras de suelo, la que más gusta al Barça. Mosquera y Borges peinaron con frecuencia los envíos de Manu y Sidnei, pero fracasaron en la marca de Rakitic e Iniesta. Bergantiños le sirvió de poca ayuda a Laure. Con el cuero en su poder, al equipo de casa se le negó el juego por banda.

Pitos a Manu

Víctima del desastre general

El despropósito cristalizó en ocho goles y el lógico cabreo de parte del público, que la tomó con Manu. El meta ha encajado doce tantos en tres partidos, pero ayer se limitó a pagar el pato de un desaguisado en cascada.