Doce años después de retirarse, tiene negocios en Brasil, se encuentra en pleno proceso de elaboración de su biografía, prepara un clínic y es agente de jugadores
26 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Doce años han pasado desde que una lesión se cruzó en el camino de Donato cuando ya había cumplido los cuarenta. Ahora, sobrepasada con creces la barrera de los cincuenta, el que fuera ídolo de la afición blanquiazul se ha reinventado. Mantiene su vinculación con el fútbol, reconvertido a agente de futbolistas, y la compagina con una empresa en Brasil, negocios en España, la preparación de un clínic de fútbol y la colaboración con el autor de su biografía, que saldrá a la venta en el segundo semestre del año.
No para. El hombre que se adueñó del corazón de miles de deportivistas cuando batió la meta del Espanyol aquel 19 de mayo del 2000 trata de hacerse ahora un hueco en el mundo empresarial, sin dejar a un lado el fútbol.
Vive a caballo entre España y Brasil, donde ha montado una empresa de construcción y reformas. Se llama Arquiges Brasil: «Llevamos un año y medio construyendo casas, haciendo reformas... Nos va bastante bien. No entiendo nada de construcción pero yo serví para abrir camino allí. Estamos en Río, de momento, pero queremos expandirnos y, si pudiera ser, trabajar también en España», explica el ex futbolista.
La biografía
Su aportación al mundo empresarial no se limita a Brasil. En España colabora con una empresa del sector energético en su introducción en el noroeste peninsular. Entretanto, Donato está participando junto con Héctor Pose en la elaboración de su biografía. La publicación de la misma está fechada para el segundo semestre de este año y el exfutbolista está muy ilusionado con el tema.
«Quiero que sea un homenaje a mi padre. El hombre que tanto me ha ayudado en mi vida. Está colaborando mucha gente. Amigos, compañeros, periodistas... Hoy mismo -por ayer- he recibido un escrito de Bebeto, que me ha gustado mucho. Creo que va a quedar todo muy bien y me hace mucha ilusión», comenta.
Y en medio de esta vorágine de trabajo, Donato siempre tiene sitio para el fútbol. No renuncia a volver a entrenar algún día (en su momento estuvo con Mazinho al frente del Aris de Salónica), ni a formar parte del Deportivo. «Siempre ha sido mi ilusión, pero de momento no se ha podido cumplir», explica. Pero, entretanto, prepara un clínic, cuya primera edición tendrá como escenario Barcelona, pero que quiere expandir por toda España.
«Se va a llamar Donato Sport y vamos a contar con entrenadores europeos y americanos para que elaboren sesiones de trabajo. Se trata de una labor de aprendizaje de fútbol para mejorar la técnica. Nos estrenaremos a finales del mes que viene en Barcelona, pero nuestra idea es que, poco a poco, podamos ir añadiendo a las principales ciudades españolas».
Además de su vinculación al fútbol base, también mantiene con el profesional. Lo hace a través de la representación de jugadores. «Trabajo con Manu Blanco, que es agente FIFA. Él trae futbolistas, yo los analizo y colaboramos a la hora de llevarlos a los clubes. El último que hicimos fue la operación de Bruno Lamas al Leixoes».
El lado duro de la representación
En esta labor, Donato ya ha conocido el lado más duro, el de tener una operación próxima a cerrarse y ver cómo otro se la lleva. «Estuvimos con el tema de Oblak al Atlético. Iniciamos todo, teníamos su copia del pasaporte. Nos reunimos con Miguel Ángel Gil, con Caminero y con más gente del Atlético. Estaba todo arreglado y, al final, parece que entró Jorge Mendes y nos quitó de la jugada. Es injusto y fastidia, pero es así», reflexiona un hombre que desde que dejó el fútbol no ha parado de estar activo en diferentes tipos de actividades y negocios. Golf, construcción, deportes de riesgo, hostelería... Muchas han sido las facetas en las que ha probado en una lucha constante por reinventarse. Ahora, con 53 primaveras a sus espaldas, mantiene la ilusión por triunfar en el mundo de los negocios, como antes lo hizo en el fútbol. Y, a ser posible, en España. «No me gustaría tener que irme definitivamente. Por eso, me gustaría tener suerte y poder trabajar aquí. En mi casa», asevera.