El nuevo delantero del Dépor firma en Sabadell un estreno espectacular
02 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Confío mucho en él, le veo cosas muy buenas y creo que va a ser de mucha ayuda». A Juan Domínguez le bastó medio entrenamiento y tres cuartos de hora del Teresa Herrera para calar a Borja Bastón. El día después del amistoso frente al Real Madrid, el centrocampista pronosticaba un esperanzador futuro para el ariete madrileño. Su compañero apenas tardó 48 horas en darle la razón.
Lo hizo ayer en Sabadell con una buena jugada y un gran remate que abrieron primero y profundizaron después la goleada del Dépor en la Nueva Creu Alta. Allí se lució el ariete, de 20 años recién cumplidos, en perfecta sintonía con el resto del equipo. De menos a mucho más, como el resto de futbolistas blanquiazules.
Arrancó vacilante y excesivamente individualista, perdiendo balones sin conseguir irse de sus marcadores. Lanzó fuera el que fue el primer disparo de los visitantes y a la media hora desperdició una grandísima ocasión. Recibió una asistencia de Culio en el borde del área pequeña, y allí, sin estorbo alguno en las inmediaciones, quiso chutar de inmediato. Le pegó muy flojo a la pelota, que fue botando mansamente hasta estrellarse en el poste izquierdo de la portería de De Navas.
Un error que enterró por completo en un segundo tiempo en el que chutó a puerta otras tres veces y en dos de ellas acabó encontrando la red. Nada más salir del vestuario, Borja consiguió convertir en asistencia lo que inicialmente era un apurado despeje de Kaká. El 9 bajó el balón llovido y se deshizo de Olivas y Carlos Hernández para superar al meta del Sabadell con un chut muy ajustado. Tanto como el que deparó el 0-2.
Para el segundo, Borja se sirvió de una gran jugada colectiva que acabó con Bergantiños ganando la línea de fondo. El centrocampista puso el balón atrás y el ariete se sacó un disparo incontestable a un cuarto de hora del final del choque.
«Ha sido un debut bastante bueno. Estoy muy contento», aseguraba el delantero al concluir el partido. Llevo tres o cuatro días con el equipo. Adaptándome. Poco a poco vamos a sumar todos y vamos a ir a más». El anuncio mete miedo.