Reaccionó tras el descanso, pero le faltaron fuerzas y pegada para ganar
03 mar 2013 . Actualizado a las 19:15 h.El Dépor mantuvo su portería a cero por quinta vez esta temporada, pero la recompensa fue escasa después de no haber sabido aprovechar el arriesgado planteamiento del Rayo.
Mal comienzo
Problemas en la presión y fallos en la salida
El planteamiento de los primeros 45 minutos no ofreció dudas: equipo replegado, esperando a un Rayo ofensivo para salir a la contra. La ejecución no pudo salir peor. El Dépor apenas robó balones y pese a esperar en su propio campo concedió espacios a la espalda de sus defensas. Demasiado riesgo ante un equipo con jugadores tan veloces como Lass, que se plantó tres veces consecutivas frente a Aranzubia. El meta fue hasta el descanso el mejor de los locales.
Después de las buenas sensaciones transmitidas ante el Madrid, el equipo repitió viejos errores, sobre todo los que afectan al lado izquierdo de su zaga. Allí sufrieron Ayoze y Zé Castro. Al primero lo encontraron fuera de sitio en varias ocasiones; el segundo tuvo varios de esos momentos de ausencia tan característicos. Además, Trashorras, Piti y Javi Fuego pudieron mover la pelota a su antojo ya que la presión en campo propio de las primeras líneas blanquiazules no estuvo bien coordinada.
En ataque las noticias no fueron mucho mejores. Al Dépor le faltó velocidad para aprovechar sus escasas contras, ante las subidas de los laterales visitantes que en varias ocasiones dejaron a Gálvez y Amat completamente solos atrás. Un tiro flojo de Bruno Gama fue el escaso bagaje ofensivo blanquiazul en la primera mitad.
Mejor tras el descanso
Presión adelantada y ocasiones para el Dépor
Vistos los escasos resultados del planteamiento inicial, Vázquez ordenó adelantar la presión tras el descanso y el Rayo empezó a sufrir para sacar la pelota. Lass cambió de banda, con lo que Ayoze pudo vivir más tranquilo. Abel Aguilar apareció mucho más, impidiendo que los centrocampistas de Jémez pudieran mover la pelota con libertad.
Valerón también ganó protagonismo y el Dépor probó por fin a Rubén con auténtico peligro ?el meta intervino con acierto ante el Flaco y Oliveira?. El peligro blanquiazul llegó desde la banda derecha, en la que Silvio se incorporó con acierto al ataque.
Circunstancias adversas
Una lesión y una expulsión que condicionaron el partido
Como recordaba Aranzubia tras el partido, los accidentes siguen marcando los partidos del Dépor. En el caso de ayer, una nueva lesión y una expulsión trastocaron lo dispuesto por Vázquez.
La entrada de Javi Fuego a Riki (que inexplicablemente quedó sin sanción) despojó a los blanquiazules de su hombre más en forma y condicionó además a Pizzi, quien con la entrada de Salomao se vio obligado a jugar en punta, donde su velocidad y desborde dan menos réditos por la falta de espacios. Además, la roja a Marchena llevó a Aguilar al centro de la defensa y a Valerón a la medular junto a Domínguez. El equipo perdió capacidad creativa y acabó completamente fundido.