La tecnología que te hace más fácil la... boda

La Voz REDACCIÓN

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No solo la vida. Los avances en este campo facilitan y allanan el abrupto camino hacia el altar

22 sep 2014 . Actualizado a las 15:35 h.

En un extremo están los de bloc de papel y lápiz, los que sudan y lloran y se dejan su propia piel para que el día de su boda sea el más perfecto de su vida. En el otro, las wedding planners (organizadoras de boda), a las que nadie conocían antes de que se estrenase aquella empalagosa película protagonizada por Jennifer Lopez, Matthew McConaughey. Y en el medio, los comunes mortales que, tras decidir pasar por el altar, abren los ojos para cazar al vuelo cualquier atajo que les haga más llevadero su camino hacia el gran día. Hay entre los salvavidas varios nupciales un elemento que, a día de hoy, no debería pasarse por alto: la tecnología. ¿En qué pueden ayudar los avances en este campo a los novios? Atentos a los consejos de los expertos del portal de bodas de El Corte Inglés:

- De facilitar la vida presumen dispositivos, aplicaciones, prestaciones y programas tecnológicos. Nos revelan la temperatura que hace, monitorizan nuestro ejercicio físico, planifican nuestro tiempo y nos mantienen comunicados con el mundo. Conectados. Pero, ¿qué pintan en la planificación de una boda? En primer lugar, abrir una página web para organizar la celebración avanza buena parte del trabajo, sobre todo a la hora de confirmar la asistencia de los invitados. Hay portales específicos para estas funciones, pero la mayoría de parejas optan por arrancar un blog, a través del cual, además, van manteniendo informados a sus familiares y amigos, involucrándolos en el proceso. En este tipo de bitácoras se suelen revelar detalles del evento; avanzar información práctica, como planos para no perderse, direcciones de hoteles, de la iglesia (en caso de que se trate de una boda religiosa) o del lugar escogido para el banquete; y poner en marcha encuestas (sobre la música favorita de los asistentes, si alguno es alérgico a algún alimento o qué tipos de bebida se prefieren para tomarse unas copas) para que, al final, el Día B sea un momento especial para todos.

- Aquellos que sean partidarios del «hazlo tú mismo» o los que no encuentren ningún pinchadiscos afín a sus gustos musicales, pueden elaborar poco a poco, a lo largo de los meses anteriores a la boda, una playlist personal, garantizándose así la banda sonora de su gran día. No solo estarán seguros de que el sonido ambiente será lo que ellos quieren, sino que conseguirán una atmósfera emotiva, con referencias particulares, evitando canciones que no peguen ni con cola con el ambiente y el estilo de la jornada. El siguiente paso será conectar la mesa de mezclas -o, en su defecto, un portátil con altavoces incluidos-, elegir al amigo/a, hermano/a o primo/a con mejor oído y darle al play.

- En ocasiones surgen algunos pequeños problemas de agenda con la fecha escogida. Como, por ejemplo, que el día escogido coincida con un importante partido de fútbol. La final de aguna de las muchas competiciones sobre el césped que siembran el curso futbolero es, para muchos, casi sagrada. Y perdérsela por una boda es una buena piedra en el zapato. La solución es sencilla y, además, reutilizable: una televisión. Colocar una pantalla que se lleve la atención durante poco más de una hora y media es un mal menor, sobre todo si los novios son apasionados del deporte en cuestión. El plasma servirá además para otro tipo de iniciativas creativas: proyectar fotos de los novios e invitados durante la comida (o la cena), reproducir un vídeo-homenaje original que hayan grabado los amigos o algún otro montaje en honor a los recién casados. Rodarán las lágrimas, pero será uno de los momentos más inolvidables. La misma función que la televisión la cumple una pantalla blanca lisa y un buen proyector.

- Los más originales rechazarán desde el primer momento al moscardón que sueñe pasearse por las mesas suplicando a los invitados que digan unas palabras a la cámara para la posteridad. Ya no es necesario. Ya podemos hacerlo nosotros mismos, o los que nos acompañan. Es sencillo: hacerse con una buena videocámara y ponerla en marcha para que pase de mano en mano y todos y cada uno de los invitados, con su personal grano de arena, ángulo distinto, palabras divertidas, incluso canciones, elaboren un parcheado recuerdo que con el paso de los años se convertirá en una auténtica joya.

- Cuando haya pasado un año justo de día grande, para celebrar el aniversario con todos aquellos que quisieron compartir un momento tan especial, los novios pueden abrirse una cuenta de correo, o crear un grupo de Whatsapp, y enviar una foto de grupo a sus amigos. Será un detalle inolvidable.