El futuro ya está aquí

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

Los artilugios con los que conjeturaban en «Regreso al futuro» y otras películas de viajes en el tiempo y ciencia ficción ya son una realidad

31 jul 2014 . Actualizado a las 14:54 h.

En Hollywood siempre van un paso por delante. Son unos precursores, y no solo en materia cinematográfica. Además de desarrollar nuevas formas de realizar películas, también marcan tendencias y caminos a seguir en otras industrias. La moda es un buen ejemplo, pero no el único. Quizás las nuevas tecnologías son las que más se han mirado en el espejo de lo que contaban determinadas cintas para cambiar o modificar la vía a seguir. Los largometrajes de ciencia ficción han sido, y son, fuente inagotable de ideas para los desarrolladores de las distintas casas de aparatos tecnológicos. Y la cosa «empeora» si ya se basan en los viajes al futuro, que eran locuras en su momento y pitonisas en la actualidad. La lista es inmensa. Empezando por un icono como la trilogía de Regreso al futuro -sí, hasta en tres ocasiones pudimos ver a Michael J. Fox encarnando a Marty McFly-, siguiendo con Yo, robot o Men in Black y todos sus aparatejos, y sin olvidarse de otras sagas de corte más estelar como Star Wars.

Todas nos avisaron, sin darnos cuenta, que el futuro estaba cerca, y ahora que ha llegado, nos damos cuenta. Dejando a un margen aparatos de uso convencional y habitual en la actualidad que ya avanzaron las películas de los años 40 y 50, los relojes inteligentes como el iWatch, las Google Glass, ver en 3D sin gafas, los ordenadores para controlar neveras o los armarios que limpian solos la ropa son solo algunos ejemplos de las últimas presentaciones en las ferias tecnologías que son reales, aunque parezcan sacados de un film de ciencia ficción. Lo último en llegar son los televisores de ultra alta definición, los 4K, que con su aparición han adelantado por la izquierda a las apuestas recientes en HD y 3D. Aunque aterrizaron en el mercado ya hace un par de meses, para muchos aún son unas autenticas desconocidas de 55 pulgadas como mínimo y poco más.

Pero en su carcasa de pantalla plana esconden mucho más de lo que nos pensamos: las imágenes que reproducen multiplican por cuatro la calidad y capacidad de la alta definición que reina en el salón de nuestra casa, ofreciendo además una resolución de pantalla de 3840x2160 permitiendo así una nitidez similar a la vida real. Esta sensación de realismo es uno de los puntos a favor de las televisiones 4K, ya que los expertos alertan que el ojo humano se acostumbra rápido a la nitidez, y pronto deja caer en un recuerdo borroso cómo se veía antes en las pantallas con una calidad de 720x576, 1280x720 o 1920x1080. La llaman la sucesora del Full HD, pero lo cierto es que es mucho más y solo hace falta hacer una búsqueda en Youtube para encontrar algún video en 4K para comprobar la diferencia, y visto desde una simple pantalla de ordenador no creada para ello. Para disfrutar al 100 %, las diferentes casas expertas en televisiones ya han se han sacado de la manga y han enviado al mercado un extenso catalogo, que se puede encontrar en El Corte Inglés -con descuentos de hasta el 15 %-. Panasonic se abre un hueco con pantallas que van desde las 42 hasta las 65 pulgadas -y si se adquiere online el descuento es del 25 %-. Sony no se queda atrás y se planta con un ancho de solo 6,6 cm, sin olvidarse de las LG con su 3D y su Smart TV de 42 pulgadas.

Y el 8K, en camino

Los que no lo duden y pongan una televisión 4K, los expertos aseguran que es como tener un proyector de cine en casa al desplegar ante nuestros ojos un poderío de ocho millones de píxeles. Y es que, volviendo al principio, este formato nació originalmente en los equipos de grabación digital usados para rodar películas. Este inicio en la industria provoca que el 4K no requiera, como sucedió con la moda de las tres dimensiones que inició la fiebre azul de Avatar, una modificación de sus métodos de trabajo y los directores pueden planificar como siempre sus rodajes.

Y ojo, que el 8K -7680x4320- es ya una realidad en las mentes de los encargados de desarrollar las televisiones. Aunque ya avisan: habrá que esperar. Por ahora, hay que conformarse con el 4K.