Los pioneros de las camisas hawaianas

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TENDENCIAS

Flores

Las incontenibles ganas de sol y de playa traducen en tendencia un estado mental: el tropical ha resucitado

05 may 2014 . Actualizado a las 18:15 h.

La convirtieron en objeto de culto los Beach Boys, Elvis Presley y Montgomery Clift en De aquí a la eternidad. La recuperó el mismísimo George Clooney en Los Descendientes, dándole una buena mano de elegancia al aire rancio que la prenda arrastraba desde la década de los setenta. Porque hubo un tiempo, no muy lejano, en el que la camisa hawaiana era sinónimo de chulo de playa y guiri desubicado; hubo un tiempo en el que los modernos todavía despreciaban las palmeras y miraban los tucanes y los flamencos por encima del hombro.

Junto a Clooney, otros habituales de los escenarios y las cámaras se atrevieron en algún momento de estos últimos años a sacar de sus armarios esta delicada prenda que la gran mayoría del genero humano del planeta Tierra juró no lucir en su vida. Pero en tema de tendencias, los juramentos suelen ser frágiles e ir vaciándose con el paso del tiempo. Y ahora, con el sol y la playa en el horizonte, con las ganas de fiesta y de cócteles adornados con sombrillitas de colores creciendo a pasos agigantados, la idea de la clásica «camisa aloha», o cualquiera de sus también válidas variantes -bermudas y cazadoras o vestidos y blusas en versión femenina-, empieza a dibujarse como una imagen que parece ya menos descabellada que hace algunos años.

Las flores han adornado ya no solo el torso del mítico Magnum, sino también los bustos de Tom Cruise, Leonardo Dicaprio, John Mayer o Jared Leto. Pero no todos los sujetos pueden alardear de contar con un porte como el de alguno de los ejemplos citados en la lista anterior. Por eso y porque la camisa de tropical todavía se desliza por una línea muy delgada entre lo moderno y lo macarra de libro, se pueden paliar los efectos secundarios del uso y disfrute de las flores en gran escala con algunos detalles.

En primer lugar, mejor abotonada -si se desea, incluso hasta el cuello- que abierta hasta la altura del ombligo. En segundo, en los pies, o bien deportivas o bien náuticos o alpargatas. No hay otro calzado posible. En tercer lugar, optar por bermudas o, en su defecto, vaqueros. Preferiblemente en los tonos de la camisa. No se trata de lucir toda la gama cromática junta en el cuerpo humano. Prohibido otro estampado -ni pantalones de rayas, ni chaquetas de cuadros, ni cualquier otro esperpento imaginable-. En el caso de las chicas, la libertad es mayor, pero tampoco es conveniente lucir camisas floreadas con grandes accesorios ni zapatos de tacón. Es preferible un look desenfadado -enriquecido con unas buenas gafas de sol- y playero, adonde apunta en realidad la dichosa prenda.

En El Corte Inglés se puede encontrar una variada colección de tendencia tropical, tanto para hombre como para mujer.