Existe una teoría que asegura que en épocas de crisis se multiplican las ventas de maquillaje, sobre todo los pintalabios y esmaltes de uñas
27 sep 2013 . Actualizado a las 15:05 h.Ocurrió en la depresión económica de 1929 en Estados Unidos, tras la Segunda Guerra Mundial en Europa e incluso después de los atentados del 11 de septiembre. Las mujeres, guiadas por un impulso casi inconsciente, desenfundaron sus barras de labios más intensas y comenzaron a salir a la calle con el color de la pasión pintado en el rostro, símbolo de la recuperación, de la reconstrucción, una personal forma de levantar el ánimo, de mirarse al espejo y renovar fuerzas, que el bando femenino hizo suya en los momentos más delicados de la historia. Este estímulo estético vuelve a imponerse ahora, cuando el mundo, intentando sacar la cabeza a la superficie, encara ya su quinto año de recesión económica. No hay más que echar mano de los datos estadísticos. Según un estudio de la consultora AC Nielsen, las ventas de maquillaje se dispararon un 26,5 % en el 2009, en plena época de vacas flacas.
El rojo nunca falla. Nunca defrauda. Los clásicos siempre van a estar un paso por encima de cualquier tipo de tendencia estacional. La alegría, la fuerza y la vida de los tonos encarnados regresan con más determinación que nunca a nuestros tocadores. Los labios y las uñas recuperan posiciones. Es hora de llamar la atención.
Siete de cada diez mujeres no salen de casa sin su pintalabios y cuentan, de media, con ocho tonos diferentes. Pero, ¿por qué el rojo nunca falta?, ¿por qué en momentos complicados la mujer recurre al color bermellón? En una ocasión, la maquilladora británica Linda Cantello, colaboradora de importantes diseñadores como Giorgio Armani, explicó que el pintalabios es «un índice imprescindible de ciertos momentos históricos, un modo de animarse, un gesto nostálgico lleno de poesía, labios sobre los que morir». Esta carga simbólica impregna este tono, y sus evoluciones- fucsias, granates...- de una fuerza de la que carecen otras gamas. Y que este invierno se crecerá hasta convertirse en el líder no solo de nuestro maquillaje, sino también de la manicura.
Las tendencias de esta temporada reivindican «lo más». Más colorete, más máscara de pestañas, más pintauñas, más carmín. Más fuerte, más intenso, más duradero, determinado, lujoso, pasional y femenino. El exceso para ahuyentar a los fantasmas, a las malas noticias, a la tristeza. Para enfrentarse a los cambios. Labios, rostro, ojos y uñas son las coordenadas a tener en cuenta a partir de ahora. Un toque de rouge, piel de terciopelo, sombras con textura y manicura impecable. Para no equivocarte, confía en las mejores marcas, disponibles en la sección de belleza de El Corte Inglés, y consigue un resultado superior.