Sentirse como en... la naturaleza

Sentirse como en casa también puede significar sentirse en comunión con la naturaleza. Poner un pie en nuestro hogar no tiene por qué implicar sumergirnos en un ambiente sintético y artificial, sino refugiarnos en un mundo propio en el que lo más importante será estar lo más cómodos posibles. Lo natural es una gran opción, fortalecida últimamente con la recuperación de las tendencias, tanto en moda como en decoración, más hippies, alternativas, rústicas e incluso salvajes. Los materiales puros, sin apenas trabajar, se adueñan de los rincones más sofisticados, otorgándoles el equilibrio exacto entre la autenticidad y sofisticación.

Si las formas originarias y simples, la madera en bruto, las texturas de la tierra y los colores neutros siempre han estado presentes como una constante que nos tenía más que conquistados, ahora emergen a la superficie adueñándose completamente de todo. El ladrillo crudo, sin casi tratar, la piedra, el mimbre, el lino. La apuesta por esta tendencia es firme, tal y como se puede observar en la sección de decoración de El Corte Inglés. Aquí podemos encontrar objetos decorativos de todo tipo con un denominador común, la pasión por lo natural. Velas, marcos o cuadros en madera con motivos silvestres, animales o vegetales, un intento de recrear la naturaleza, de dejar entrar un soplo de aire fresco y renovado en casa, en todos los sentidos.

Estas son las ideas más recurrentes de esta oleada estilística: la madera, cualquier tipo de madera, como la gran protagonista; la recreación de árboles, flores y plantas en casi cualquier lugar, paredes, vinilos, papel, marcos de fotos...; los pájaros como motivo decorativo, jaulas vacías y vetustas, cojines o cuadros de aves; colores terrestres, simulación del bosque, verdes, arenas, tostados; y los tejidos completamente naturales, como la lana o el croché, que pasarán a recubrir sofás, pufs, cestos, manteles...

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