Despacito, suave, suavecito

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Imaginemos que uno tiene el propósito de petarlo con un programa de televisión. Un espacio que se termine convirtiendo en un exitazo y que cuente con el beneplácito de un público amplio. ¿Qué necesitaría? ¿Presentador o presentadora? ¿Joven o mayor? ¿Lo haríamos en directo o mejor grabado? ¿En prime time o en cualquier otro horario? ¿Con público en el plató o no? ¿Con un esquema fijo todos los días o con el dinamismo de la improvisación?

En esta quiniela es difícil seguro encajar un cóctel que obtenga un bombazo sin precedentes en nuestra parrilla: presentador, de más de 50 años, en horario de sobremesa, en un plató, en un espacio grabado y emitido en diferido, con un guion férreo, pero que ha dado uno de los programas más longevos de la televisión. Saber y ganar, el concurso de Jordi Hurtado, pertenece a esas rarezas televisivas, que despacito, pasito a pasito, se han privilegiado en el equilibrio de una audiencia fiel. Sin altibajos, con espectadores entregadísimos, auténticos hooligans, que, pase lo que pase, no cambian de canal. Esa otra forma de llegar, esa otra forma de saber y ganar, no se asemeja a lo que suele ser común en otras parrillas, donde se anuncian programas a bombo y platillo que duran solo dos días. Pero hay más de un millón de espectadores, ¡un millón!, que quieren ver a Jordi Hurtado veinte años más.