La revolución de «First Dates»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

18 abr 2017 . Actualizado a las 08:08 h.

Cuando las parrillas están tan agotadas, cuando los formatos se han estancado en la rutina de años, cuando nos aburrimos cada vez más con los realities, el triunfo de First Dates es para celebrarlo. Con esa mezcla entre real y ficción, con esa rara espontaneidad de la cita preparada, el espacio de Cuatro ha conseguido calar entre los espectadores como pocos en tan solo un año. Doce meses después, hasta nos ha cambiado el concepto que teníamos de Carlos Sobera, ajustado al perfil resabiado de los concursos. Pero ese sentido del humor que le ha echado, combinado con el punto profesional de enfrentar el encuentro de las parejas, ha resultado todo un exitazo. Un acierto que ya ha hecho que los analistas televisivos establezcan listados con todo lo que nos ha aportado el programa desde su aparición.

First Dates nos ha abierto a todo tipo de relaciones y nos ha bajado el diccionario a la calle para alejarse precisamente del encorsetado esquema viceverso que, aunque sigue vivo, interesa cada vez menos por ese encuadre fijo del cachimán que busca princesita. De First Dates ha salido mucho más: el poliamor, las triejas, el si te he visto no me acuerdo, el sexo a primera vista, el amor tímido, el apasionado... Y todo ello sin sacarnos la sonrisa de la boca, un mérito enorme para un espacio que sin pretensiones ya ha marcado un estilo nuevo en televisión.