La telerrealidad parece necesitar una justificación a pie de página que demuestre que toda su parafernalia conduce a alguna parte. La teoría más manida es la del experimento sociológico. Los concursantes no van al programa a hacerse famosos ni a luchar por un jugoso premio, sino que ceden sus cuerpos a la antropología.
Como el mayor de esos ensayos clínicos se presentó Eden, un programa británico de Channel 4 que mantuvo a sus participantes durante un año de sus vidas aislados en un lugar remoto de las Tierras Altas de Escocia con el objetivo de construir una comunidad desde cero.
De los 23 participantes que empezaron doce meses atrás, quedaban apenas un puñado de incansables que hace unos días fueron devueltos a la sociedad. Lo que no sabían es que el programa no interesó a la audiencia y fue cancelado hace ocho meses, después de solo cuatro emisiones. Pero a ellos nadie los avisó. Igual que en El show de Truman Jim Carrey no descubría que vivía en una ficción hasta que la proa de su barco chocaba con el decorado, los participantes de Eden averiguaron que nadie los observaba cuando aterrizaron en la realidad y se toparon con el brexit y Theresa May. El engaño no impedirá que el espectáculo continúe. El canal asegura que quien quiera saber lo ocurrido podrá verlo próximamente.