Un «Chester» para Cifuentes

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

17 ene 2017 . Actualizado a las 08:23 h.

Lo mejor del nuevo programa de Risto fue ver cómo a los dos segundos de sentarse en el Chester Cristina Cifuentes se hacía con el mando de la conversación y dejaba noqueado al nuevo Risto, al Risto Enamorado, que ha cogido un tonito de autoayuda que empacha más que el almíbar. Tal vez por esa vuelta de tuerca del espacio, eso de tratar con solemnidad los grandes temas de la vida -amor, muerte, muerte, amor- el Chester ha cobrado una trascendencia que se masca con pesadez. Sobre todo cuando la grandilocuencia se combina a la mínima con una musiquita y un vídeo como los que circulan en la Red con mensajes de Paulo Coelho. Ese es en esencia el estilo del nuevo Risto, sumido en un buen rollo colorido y festivo, a lo San Valentín, que un día se acepta con entusiasmo, pero que dos ya no se soporta. Por eso del primer programa es difícil quedarse con la entrevista a Nacho Vidal o con la intervención de Lucía Extebarria hablando del poliamor (son preferibles las triejas auténticas de First Dates). Lo mejor, sin duda, fue ver a Cifuentes con 28 años de matrimonio a sus espaldas asesorando a un Risto embelesado de amor, rendido a un estado de ensimismamiento. El mismo Risto que ha definido su nueva andadura con un eslogan un tanto chusco: «Es el Chester de siempre, pero enriquecido, como cuando a un guiso le echas Avecrem». Tanta fórmula fija, ya lo saben, siempre acaba por estropear el plato.