¡Nada, Mireia, por Dios!

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

14 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando un profano en cuestiones futbolísticas entra en un estadio por primera vez, lo primero que echa en falta es el zoom de la cámara en primer plano y un locutor que narre el partido. TVE realiza en estos Juegos Olímpicos un encomiable despliegue en su web y su aplicación Río 2016 para seguir a la carta la señal de todas las competiciones, en directo o en diferido. Algunas, las que no pasan por la emisión convencional, van despojadas de narración, ese contexto que a veces trasciende la mera retransmisión y se convierte en éxtasis, como ocurrió con la medalla de oro de Mireia Belmonte. «¡Nada, Mireia, por tu familia, por España entera! ¡Toca primera, por Dios!», bramaban con pasión incontenible Julia Luna y Javier Soriano en lo que podría haber sido un pico de audiencia glorioso para TVE si hubiera caído en horario estelar.

Aun con el jet lag de las retransmisiones, la programación se llena estos días de deportes que suelen pasar inadvertidos en televisión, aniquilados por el rodillo del fútbol, pero a los que los laureles olímpicos reinventados por el barón de Coubertin devuelven su imán para el espectador cada año bisiesto. Más de un millón de trasnochadores vieron a Nadal y Marc López convertirse en chicos de oro; los saltos mortales de Simone Biles eclipsaron el jueves al mismísimo Sálvame y ahora llega el rayo Bolt.