Bertín Osborne: «Sánchez y Rajoy tienen interés en salir, pero van con mis condiciones»

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

El jerezano convierte a TVE en líder de audiencia con «En la tuya o en la mía»

22 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pillamos a Bertín Osborne nada más terminar de grabar otra de las entregas del programa de moda de la televisión: En la tuya o en la mía. Y nada menos que con dos políticos: el líder de la oposición, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno Mariano Rajoy. El polifacético jerezano lleva más de 35 años en el candelabro. Y se jacta de que sea ahora, tras tanto tiempo, que le inunde el éxito de un modo tan brutal.

-Toca todos los palos. Música, televisión, teatro...

-Efectivamente. Ahora estoy de gira de nuevo con Paco Arévalo con la obra Por amor al arte, con un público entregado que llena siempre los recintos. Llevamos cinco años cosechando aplausos. Estaremos en Vigo, Ourense y Pontevedra los días 27, 28 y 29 de este mes. Hay mucho que currar porque hay que pagarle a Montoro (risas).

-¿En qué medio se siente más a gusto Bertín?

-Puede parecer un tópico, pero estoy tan cómodo en la televisión como sobre un escenario.

-Y también es usted empresario

-Trabajo en la comercialización de la marca BOS de alimentación, con jamón ibérico, quesos, gazpachos... todo de primera calidad. Y parece que la cosa funciona. De hecho, firmando discos ha habido algún fan que se me ha acercado a que le firme lonchas de jamón (risas). Mis beneficios los dedico a la Fundación Bertín Osborne de ayuda al daño cerebral, ente que gestiona mi mujer Fabiola.

-¿Quién elige a los invitados de «En la tuya o en la mía»?

-Es un consenso. Yo sugerí algunos y otro tanto hizo Televisión Española y los productores. Eso sí, digo a quién no quiero. No he tenido personajes imposibles hasta el momento, sí difíciles. Sin embargo, el que todavía no he entrevistado, es un objetivo y me hace más ilusión es Julio Iglesias, pero su agenda y que está en Miami dificultan el encuentro.

-¿No cree que es electoralista fichar a Pedro Sánchez y a Rajoy con las elecciones tan cerca?

-Dejé claro que en el programa no se habla de política, y tanto Sánchez como Rajoy han estado por la labor. Ellos tienen interés en salir, te llaman y me parece fenomenal, pero van con mis condiciones. Además, hay que darse cuenta de que yo estoy en una televisión pública y que, en última instancia, mi jefe es Mariano Rajoy (risas). Al final fue un encuentro distendido.

-«En la tuya o en la mía», además de cháchara tiene también mucha cocina. ¿Es usted cocinillas?

-Nada, nada. Soy una auténtica catástrofe. ¡No os perdáis la que armamos Pedro Sánchez y yo con la batidora!

-¿A qué se debe el éxito del formato?

-Siempre pretendo que el invitado se sienta como en casa, y hablo con ellos como lo haría con mis amigos, por eso hay también momentos para la comida, como en una familia normal española.

-¿Conoce mucho Galicia?

-Tengo mucha cercanía con ella, la verdad. Admiro al fenómeno de Xosé Ramón Gayoso, y mínimo una vez al año visito su programa Luar. En breve estaré ahí para cantar y promocionar mi nuevo disco Crooner, un trabajo distinto en el que participa una Big Band de 23 músicos. Con tantos tendré que fletar varios camiones para desplazarme (risas).

-El éxito trae aparejadas críticas. ¿Qué le diría a sus detractores?

-Me resbalan las críticas, francamente. Además, no me meto en los foros ni leo sobre el tema. Lo que hago, lo hago con el corazón. Les diría que se relajen.

-¿Se ha adaptado a la revolución tecnológica?

-Uff, lo llevo realmente mal, no me acostumbro ni estoy al día. Eso sí, leo mucho ahora en libro electrónico a través de mi iPad.

-¿Y qué hace Bertín Osborne en su casa cuando no entrevista?

-Tal como ahora, sentado en el salón leyendo guiones, escuchando música clásica y viendo informes de empresas.

-¿Hay Bertín para rato?

-Creo que estoy en la recta final de mi carrera, en un momento dulce. Pero soy realista. Todavía me divierto, pero en tres o cuatro años dejaré el espectáculo para dedicarme a mi familia, que la tengo olvidada, y a la empresa.