Mariana Expósito: «Aquí no se salva ni el guionista»

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

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El personaje de «Serramoura» Luz será víctima esta noche de una brutal agresión

01 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La tranquilidad está cada vez más lejos de Serramoura. En el episodio de esta noche (TVG, 22.30 horas), titulado Penitencias, Raquel llega al final en su investigación sobre el pasado de su madre cuando doña Teresa le proporciona las piezas que faltaban. Las hermanas Neira escucharán la voz materna en unas viejas grabaciones de su psiquiatra. Pero el trago más duro será para Luz, la camarera de la taberna del pueblo, que será víctima de un terrible crimen y tendrá que enfrentarse a dura investigación. La actriz Mariana Expósito es quien se mete cada domingo en su piel.

-Asusta verla en el avance del capítulo de esta noche...

-La verdad es que sí... Hasta mi madre me mandó un mensaje para decirme que me acababa de ver en la tele y preguntarme qué me hacían... Es una imagen muy bonita y muy cuidada, pero impacta.

-¿Qué se puede adelantar sin estropear el argumento?

-Podemos decir que, a pesar de que ella no provocó nada, alguien relacionado con Serramoura la ataca una noche. No podemos decir mucho más. A medida que avanza el capítulo tendremos algún sospechoso y habrá cosas que ella podrá ir recordando.

-En «Serramoura» no se gana para disgustos...

-La verdad es que no nos salvamos casi ninguno, a todos nos pasa algo, sobre todo en esta segunda temporada, que es la locura máxima.

-¿Se ha pisado el acelerador en los nuevos episodios?

-La primera temporada se centró en resolver el caso de Mónica Triáns y ahora, en la segunda, nos pasan más cosas a los demás personajes y la Guardia Civil no consigue cerrar los casos, porque son un montón.

-Después de una temporada familiarizada con el personaje de Luz, ¿cómo se siente al recibir el guion y descubrir esta agresión?

-Por una parte, te indignas, porque además, como ya se irá viendo, todo el caso se lleva muy mal. Luz no es tan fuerte como Gloria, sino que es interiormente más sensible y necesita más ayuda. Pero también está la otra parte, la de la actriz, para la cual es muy gustoso trabajar esto, informarse y ser la voz que lucha para reivindicar cierto tipo de cosas difíciles de explicar sin desvelar el argumento de próximos capítulos. Ya se irá viendo a medida que avancen.

-¿Son los celos uno de los rasgos que definen a Luz?

-Ella quiere a Diego y está enamorada todavía, pero quiere que él sea feliz y que Marga también lo sea. Luz no cree que ellos puedan acabar juntos debido a la personalidad que tiene Marga, pero tiene muy claro que Diego quiere algo y no se va a meter en medio. Pero el amor está ahí agarrado en el corazón y lo va a tener complicado para olvidarlo, la pobrecita. Luz es muy buena gente, pero ver como todo sucede delante de ella hace que surjan los celos. Si finalmente Diego y Marga no se unen, no le va a parecer nada mal.

-¿Qué depara la segunda temporada de «Serramoura»?

-Va a haber muchas novedades y sorpresas y, como siempre, muchas lágrimas. Hay un par de cosas que están por llegar que van a hacer que en la serie haya un antes y un después. Algo que hará que alguna gente incluso se enfade y odie a los guionistas, pero son cosas que pasan. Habrá un giro muy grande. Y ahora que estamos grabando nuevos episodios, todo se complica mucho mas todavía.

-Las series ahora son para verlas con manual de personajes y tramas.

-Es que aquí ya no se salva ni el guionista.

-Sheyla Fariña ha saltado directamente de «Serramoura» a «Acacias 38», en TVE. ¿Le gustaría seguir sus pasos?

-En este mundillo no puedes planificar demasiado. Las cosas pasan de repente y yo, aunque adoro Galicia, no tengo problema en trasladarme adonde sea, porque para mí lo más importante es la actuación y mi trabajo. Ya dejaremos que el destino actúe.