Gran Hermano VIP, que poco después tomó la decisión de expulsar a Los Chunguitos por apreciaciones racistas -el dúo comparó a Coman con un gorila- y homófobas -confesaron que preferían tener un hijo deforme que homosexual-, hizo sin embargo la vista gorda con Sandoval, pasando por alto sus ofensivas y políticamente incorrectas declaraciones. La comunidad gitana, en cambio, le hizo la cruz. Las primeras en clamar contra las palabras del insensato colaborador fueron las hijas de Los Chunguitos. «Queremos que Víctor Sandoval también salga expulsado porque ha dicho que los gitanos maltratan a las mujeres», se quejaron en el plató del reality ya a mediados de enero.
La complicada relación entre Víctor Sandoval y Aguasantas, expareja del hijo de Raquel Bollo y también de etnia gitana, fue la gota que colmó el vaso. Sin provocación alguna, el presentador de televisión afirmó un buen día en Guadalix que la exmujer de Chiquetete tenía razón cuando aseguraba que su exnuera no era buena persona. Aguasantas intentó mantener la calma y evitar el enfrentamiento hasta que Sandoval, enfurruñado, comenzó a imitar su acento, a repetir clichés de los gitanos, y a ridiculizar a la joven bailando flamenco en mitad del salón.