El grupo, que va acompañado permanente de dos cámaras que graban conversaciones y movimientos, lleva un chófer, que vive en Madrid y que sabe algo de español, y un traductor. Se trata de Choe, un estudiante de Medicina que habla y escribe perfectamente castellano, porque vivió una década en Argentina y otra en Santiago. Se mudó hace tres meses a Levante, con la intención de preparar el MIR español.
Encuentran la comida salada
Dos cámaras no siguen a los peregrinos sino que se dedican a grabar imágenes de los pueblos y paisajes, que incluirán en el documental, con el que pretenden saciar la curiosidad de los coreanos sobre cómo es el Camino de Santiago completo, que es la imagen que pretenden trasladar a un país que vive el bum de las peregrinaciones a Compostela. De hecho, en O Cebreiro se encontraron y fotografiaron con varios compatriotas que tienen el mismo destino.