En cuanto a mujer, lo malo de lucir divisa Telecinco es que te pone bajo sospecha o casi. O sea, méritos profesionales se le suponen porque los que importan son los estéticos o así. La cadena de Fuencarral las quiere despampanantes y siderales, que para eso lució a tres de ellas durante las pasadas campanadas (Sara Carbonero, Marta Fernández y Pilar Rubio), aunque por lo deducido en las audiencias, el inventó funcionó como los experimentos con gaseosa, al no obtener los resultados previstos. Y es que el televidente no es tan zulú como algunos creen.
Rubio, madrileña, a punto de cumplir los 33 años, no está en su mejor momento por la cosa coyuntural de un programa que se derrumba en la parrilla, Operación Triunfo 2011, que iba más quemado que la pipa de un apache...
Lenguas viperinas le achacan parte del fracaso, lo cual es realmente de Caín. Morena, ojos verdes y dotada de coordenadas 89-59-90, esta estudiante frustrada de Económicas enseguida sintió la llamada de la televisión estrenándose en 1998 para Antena 3 con Lo que necesitas es amor, pero sería con su desembarco, hace cinco años, en La Sexta en Sé lo que hicisteis? como llegaría a la popularidad. Y de paso a entrar en nómina en Telecinco, a partir del 2010, después de tener varios rifirrafes con el patrón Vasile, que acabaron en el juzgado a favor de don Paolo.
Aún así, el italiano pasó ese episodio por alto y se la llevó a su cadena. Por lo visto, las cosas ya no son lo que eran. Fulminado Operación Triunfo 2011 porque les costaba un ojo de la cara, Pilar Rubio pasa ahora a chupar banquillo, después del estrepitoso fracaso que ha tenido que afrontar con la eliminación de OT.
Cuando hace pocos meses la anunciaron como coprotagonista de la prometedora serie Piratas, fueron muchos los que se echaron las manos a la cabeza, que una cosa es guapetear en un reality o en un talk show, y otra muy distinta dramatizar entre vestuarios de época. Lo veremos.