Robbie se merienda a Take That

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez AMSTERDAM

TELEVISIÓN

GEOFF DALE

Crónica | Williams presenta su nuevo trabajo El ex componente del grupo melódico ofreció esta semana un concierto en una sala de Amsterdam en el que demostró su talento y su carisma como artista

08 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Siete mil quinientos fans podrán disfrutar esta noche de la presentación en Berlín del nuevo trabajo de Robbie Williams, Intensive Care (Cuidados Intensivos). Unos quinientos afortunados ya lo hicieron el pasado miércoles en una actuación de calentamiento en Amsterdam. La sala Paradiso -una vieja iglesia reconvertida en local de conciertos- fue el escenario en donde el niño mimado del pop británico demostró que, por encima de irreverente y polémico es, ante todo, un gran artista que sabe meterse al público en el bolsillo. El primer puntazo de la noche fue la propia escenografía, con Robbie Williams delante de las vidrieras luminosas del que fue un templo de la capital holandesa. El segundo, entrar por la puerta reservada a los vip delante de las cámaras de la MTV y los medios locales, y el tercero comprobar que, sentado en lo que fue un día el atrio de la iglesia, Robbie no estaba a más de veinte metros de distancia. Quizás por su origen inglés o porque pese a su fama de excéntrico pesa más su profesionalidad, lo cierto es que el ex Take That salió con menos de cinco minutos de retraso al escenario -muchos podrían tomar ejemplo-. Con chaqueta granate de terciopelo, vaqueros desgastados, deportivas y una camiseta negra bajo la que se adivinaban múltiples tatuajes, Robbie comenzó retando al público holandés a demostrar que son mejores fans que los parisinos o los londinenses. Con Feel , de su disco Escapology , le sobró ya la chaqueta, y con su versión de I will survive , el clásico de Gloria Gaynor, el público se convirtió en el solista del concierto. Durante una hora y media de actuación -empezó puntual y terminó puntual- Robbie Williams derrochó personalidad y el carisma de quien está más que encantado de conocerse a sí mismo. Éxitos como No regrets , Millenium , Angel o Rock DJ abonaron el terreno para las nuevas canciones de su último disco, del que ya presentó su primer single, Tripping . Posó para las fotos que sacaban los fans con sus cámaras digitales y teléfonos móviles, firmó un autógrafo en medio del concierto, tarareó canciones de la australiana Kylie Minogue, charló por teléfono con el novio de una de las asistentes, y hasta grabó una canción en un magnetófono para entregársela a uno de los jóvenes que estaban en primera fila. Todo bajo una apariencia de improvisación que escondía, sin embargo, una estricta planificación. Terminó el espectáculo, se despidió, y no volvió a asomar la cabeza pese a los gritos del público. Hoy llevará a cabo la presentación oficial de Intensive Care en Berlín, en un concierto que podrá seguirse en directo desde la sala Riviera de Madrid. Las entradas están agotadas desde hace un mes, pese a que costaban 99 euros en taquilla. Williams convirtió de nuevo la rueda de prensa de este concierto en un espectáculo, con imitaciones de Freddie Mercury y Mick Jagger incluidas. Su octavo disco es, para el propio Robbie, «el mejor», y la compañía discográfica EMI espera vender en España más de quinientas mil copias.