Entrevista | Carmen Machi Habitual del Centro Dramático Nacional, Carmen Machi ha tenido un antes y un después con el personaje de Aída
16 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.El próximo día 24 termina su primera y triunfante temporada Aída . Detrás de la comicidad de este sufrido personaje de la serie de Telecinco producida por Globomedia, Carmen Machi vive con pasión su oficio de actriz y la profesión le sonríe. Acaba de rodar dos películas, Un rey en La Habana , una comedia con Alexis Valdés, y el drama urbano de Santiago Tabernero Vida y color. Y se sube cada día al escenario del Centro Dramático Nacional en las representaciones de Roberto Zucco , la vida de un asesino en serie escrita por Bernard-María Koltès, una obra que tampoco mueve a la risa. Hasta septiembre, Aída se toma unas merecidas vacaciones. -¿Por qué ha gustado tanto «Aída»? -Tal vez influya que casi por primera vez una serie de televisión ha hablado de este perfil social, gente de clase obrera, humilde y marginada. Además, han aparecido personajes que al público les ha fascinado, como Paco León. Pero tampoco tengo una respuesta definitiva sobre el motivo por el que ha tenido tanto éxito. La televisión es así, se encaja o no se encaja. -Había momentos en que Paco León «tapaba» incluso a Aída... - Tapar no porque es una serie coral. Todo está estudiado, incluido ese mayor protagonismo que ha ido adquiriendo Paco León porque a Aída ya la conocían de 7 vidas . -¿Se nace con vis cómica? -La vis cómica se tiene o no se tiene, no aparece de repente ni se aprende. Es una capacidad de saber colocar un chiste, que tiene parte de técnica pero también algo de naturaleza que hace que te resulte fácil interpretarlo. Encuentro más difícil hacer reír. Soy muy mala espectadora de comedia, no disfruto viéndola en cine o en teatro y es muy raro que me ría con ella. -¿Cuál es su sueño como actriz? -El trabajo. Mi único sueño hubiera sido trabajar con Marlon Brando, pero ya es imposible. El sueño y la meta es que te salga trabajo porque me gusta mucho lo que hago, es excitante y maravilloso, pero uno no se hace rico en este trabajo.