La viuda de Rabal, hiperactiva

R. García LA VOZ | REDACCIÓN

TELEVISIÓN

La actriz estará mañana en A Coruña para participar, con María José Goyanes, en un espectáculo dedicado a Rosalía

14 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

?Sí, reconozco que me muevo mucho, tengo mucha marcha porque quiero aprovechar muy bien el tiempo que me queda». Asunción Balaguer (Barcelona, 1925), la viuda de Paco Rabal, mantiene una actividad envidiable que va desde la publicación de un libro, Las cartas de nuestra vida. Correspondencia privada (1949-1975) (Belacqva) hasta el estreno de una obra de teatro, (anoche en Madrid con la participación de su nieta Candela Rabal), pasando por el rodaje de una película, Vidas pequeñas , o el espectáculo en el que participará mañana, domingo, a las 20.30 horas en el teatro Rosalía de A Coruña, en el que también intervendrá María José Goyanes, y que lleva por título Rosalía sobre a sombra que sempre me asombra, dirigido por Lino Braxe. Sobre las cartas entre ella y su marido indica que muestran «la misma lucha de la vida, el ir viendo como salir adelante partiendo de cero, como tratar de ayudar a la gente». Confiesa que releyendo estas misivas lloró, pero «no era un llanto triste, sino de satisfacción» y reconoce que, incluso más que la carta en la que Rabal le recuerda, justo un año después, como se declaró, le emocionó la misiva en la que el actor relata como conoció a Buñuel o en la que cuenta «la ilusión que tenía por conseguir una casa para su padre». Asunción Balaguer ha reconocido que sabía que su marido no siempre le fue fiel pero nunca dudó de su cariño, dice se escribían una carta cada día, aunque tardaran luego en llegar y «entonces recibir una carta era todo un acontecimiento». Recuerda como Rabal «se vino a San Sebastián porque le dije que yo me había puesto pantalones». La actriz espera que la gira con la obra que acaba de estrenar en Madrid, Donde está Colette? , incluya Galicia ya que, en su opinión, «a los gallegos les gustará». No olvida que ella rodó una película en Galicia y una de las últimas de Rabal se filmó en Ferrol.