Pobres en el séptimo arte

Ch. L. M.

TELEVISIÓN

Isabel Sánchez analiza en «Tras las huellas de Charlot» el papel que desempeñaron los más pobres de la sociedad en las distintas épocas del cine y en varios continentes

10 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La soledad y el desarraigo rigen siempre las películas protagonizada por los sin hogar, personas que el cine, no sólo el más comprometido, ha representado bajo el formato de ficción, aunque ésta no es ajena al día a día de muchos hombres y mujeres anónimos, y que tienen su referente universal en el tierno Charlot, cuyas huellas ha seguido Isabel Sánchez para estudiar a «los pobres de cine». es el título del estudio en el que Isabel Sánchez analiza, película a película, fotograma a fotograma y diálogo a diálogo, más de cien trabajos que, desde principios del siglo XX hasta la actualidad, han denunciado la exclusión social, soledad, incomunicación y desarraigo de personas que viven en la calle, documento que inicia con el sin hogar por excelencia, Charlot. «Es un hombre que deambula sin rumbo fijo, busca espacios en los que comer, se gana la vida como músico ambulante, parece estar fuera de la sociedad, agudiza el ingenio para sobrevivir y encuentra un amigo infalible, un perro». Estas son las claves que utilizó Chaplin para representar a Charlot como personaje sin hogar, según recoge estudio promovido por Obra Social Caja Madrid y Fundación Rais. Y Charlot da paso al sin hogar de la depresión en el periodo de entreguerras, el tiempo de Juan Nadie , de Frank Capra; la anciana Annie Manzanas en Un gángster para un milagro ; el hombre ciego de M, el vampiro de Dusseldorf, de Fritz Lang; la odisea de la familia Joad en Las uvas de la ira , de Ford; de unos muchachos de la calle en Calle sin salida; o de un grupo de desesperadas que bailan hasta morir, en Danzad, danzad, malditos. El sin hogar del desencanto que va evolucionando a un sin hogar sin censuras -drogas y la salud mental- aparece de 1946 a 1980: El limpiabotas, Ladrón de bicicletas, la mujer payaso y la prostituta de La strada y Las noches de Cabiria, y el marginal que se vuelve famoso de Un rostro entre la multitud . Cowboy de medianoche y El espantapájaros , tambien muestran la dura vida de la calle. Los desencantados entran en juego de los noventa al siglo XXI con filmes que presentan la otra América a través de El rey pescador , Mi Idaho privado, Corazón roto , y Cadena de favores . En España, Luis Buñuel y Carlos Saura, Berlanga y ahora más reciente Fernando León supieron plasmar la dura vida de la realidad en La calle sin sol, Surcos, Plácido, Viridiana, Deprisa, deprisa, La buena estrella o Los lunes al sol, entre otras muchas. Son historias, unas y otras, de perdedores, de sufrimiento pero también de solidaridad, dignidad y esfuerzo. Historias tan reales como la vida misma. Como el cine.