Experimento sonoro en Atenas

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Moby, Sting, Lenny Kravitz... juntos en un cedé multicultural, «Unity», uno de los tres discos oficiales de la cita deportiva que además servirán para luchar contra el sida

03 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

EMI ha intentado emular la máxima latina para los grandes retos deportivos: más alto, más fuerte, mejor. Esa concepción, la que empujará a los atletas a partir del 13 de agosto en la capital griega. Para la cita de Atenas la multinacional musical ha puesto en el mercado tres discos en formato individual que recuperan ese espíritu y añaden otras tres palabras: paz, unidad, solidaridad. , Harmony y Phos son esa tríada que se pondrá a la venta en España bien a finales de este mes, bien en la primera semana de agosto. Un experimento sonoro, viendo el cartel, que además persigue un objetivo, difundir la idea central, paz, y financiar un programa de lucha contra el sida infantil. Al menos 180.000 dólares por estos discos se donarán a Unicef para un plan en el África Subsharaiana. «Es algo más que una recopilación de temas, es una llamada a la participación, a la amistad», declaraba recientemente la presidenta del Comité Organizador de los Juegos, Gianna Angelopouolos-Daskalaki. Todo eso se espera de Unity la joya de la corona. Incluye el que será himno de las Olympiadas, Pass the flame ( Pasa la llama [olímpica] , en su traducción a castellano), compuesta por Trevor Horn (prolífico productor, ex de varias célebres bandas de los ochenta) e interpretada por Yiannis, Tarkan & Katia tanto en inglés como en griego. Primer punto. Con esa canción, apología de la concordia («Pasa la llama / une al mundo / unámonos todos juntos» predica su estribillo), finaliza un álbum con 16 temas entre los que se intercalan desde la madurez interpretativa de Sting, Tiziano Ferro o Brian Eno con el desparpajo adolescente de Avril Lavigne en su revisión del Knocking on heavens door de Guns'n'Roses. Mucho dúo y trío La bisoña norteamericana abre en solitario -es la única, junto a Mr. G, que opta por este formato- en un álbum en el que abundan los dúos como la extraña pareja Moby-Public Enemy. El neoyorkino reaparece en la escena musical apenas cuatro meses antes de presentar el que será su próximo disco y después de dos años sin nuevos trabajos tras el glorioso Play . Y lo hace, inédito, con unos raperos para dar vida a Mklfkwr . Y es que la mezcla étnica y de sonidos es otra de las virtudes del álbum. Hay otros trece dúos y tríos en Unity con hasta 34 bandas y solistas invitados. Prometen las grabaciones conjuntas de Lenny Kravitz y Kadim Al Sahir, compositor iraquí. Más guiños a esa pretensión de paz y cooperación que se persigue. We want peace , piden ambos. Otro caso es el del polifacético Brian Eno junto a Skin y Rachid Taha. O la heterodoxa Neneh Cherry junto a Wayne Wonder, entre el reagge y el rap; o ese mito de hace una década llamado Earth Wind & Fire con Roots Manuva. Y una penúltima vuelta: el suave Sting junto a la fadista afroportuguesa Mariza. Un canto a los oídos. Destiny's Child o Alice Cooper completan un disco llamado a perdurar más allá de agosto. Lástima que no haya gira anunciada. Solidaridad Junto a Unity también saldrá Harmony , una suerte de composiciones clásicas con la misma intención: la solidaridad y el entendimiento entre los pueblos. El tercer disco, ese Phos , es un homenaje a las grandes composiciones griegas, un disco en ese idioma y que presumiblemente será el menos comercializado de todos, condenado a material de aficionados a los ritmos étnicos con una colección de artistas helenos clásicos y que ya está triunfando en Grecia mes y medio antes de que se encienda el pebetero.