El cantante catalán ofrece esta noche un recital en Compostela musicando versos de Martí i Pol, Sagarra, Fuster, Kavafis o Papasseit, incluidos en su disco «Poetes»
31 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.LLuís Llach ha vuelto su mirada musical hacia los poetas. Esta noche, (21 horas) presenta en el Auditorio de Galicia, en Compostela, su disco más reciente, Poetes , en homenaje «a quienes son una referencia fiable para la vida». - Poetes es un disco imprevisto. Mi actividad no me llevaba hacia este trabajo. Pero la muerte del poeta Miquel Marti i Pol, que había colaborado conmigo en tantos discos, me provocó la necesidad de rendirle un homenaje. Hacer un recital o un disco sólo con sus poemas me parecía una apropiación indebida. Así que tomé algunos de sus poemas y los rodeé de obras de poetas que el quiso mucho: Joan Oliver, Fuster, Josep María de Sagarra, Papasseit y Kavafis. -¿Están dejando de ser malos tiempos para la lírica? -Lo cierto es que vivimos en un mundo de monas impresentables, lo son tanto que los poetas son una necesidad. Con tantos discursos falsos como se propagan a diario, creo que los poetas son referentes fiables, verdaderos faros para no equivocarnos con los faros que están colocados en cabos tramposos. Con la política sin principios, con las guerras, estamos en un callejón sin salida: es necesario encontrar el referente de la verdad interior. -Ha mantenido su obra monolingüe en catalán: ¿reduce su público? -Nunca he sentido que expresarme en catalán haya supuesto un problema para el público. Ni en Madrid, ni en Málaga, ni en Sao Paulo ni en Hannover. Si es un problema, lo será para el mercado industrial que quiere que veamos las cosas de una manera. Creo que las canciones transgreden fronteras y el ejemplo es el inglés: estamos hartos de escuchar cantar en inglés y no sabemos lo que significa. Además, a mí no me piden nunca que cante en castellano y lo que quiero es demostar que pertenezco a una cultura que vale la pena mimar y gozar de ella. En algún tiempo mantener esta actitud suponía pagar precios muy altos, algunos los pagamos, así que ahora no vamos a cambiar. -¿Se respira mejora ahora en Cataluña, tras el cambio político? -El horizonte ha cambiado mucho. Hay que pensar que venimos de 23 años de nacionalismo de derechas y que ahora es la izquierda la que gobierna. Aunque sea crítico con el nuevo gobierno, el cambio es positivo. Creo que Cataluña se ha normalizado. -Entre compromiso, cantautor, canción con mensaje, no sé muy bien cuál es la definición que le encaja. -Soy una persona de la calle y las personas de la calle no nos podemos separar de los problemas de la gente de la calle. Lo de la canción comprometida no vale mucho porque seguramente Julio Iglesias también está comprometido con otras cosas. -Pero ahora están mejores tiempos para su música. -Son ciclos. Cuando llegan los hartazgos de una música hecha para distraer, para la alienación, la gente busca una música con cierta plus valía. Pasa cuando la gente necesita abrir ventanas y que les cuenten cosas con substancia.