INTERFERENCIAS | O |
21 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.TOMEMOS como referencia del 6 al 12 de este mes. Resulta que de los diez programas más vistos en las generalistas, esos que oscilan entre cuatro y siete millones de audiencia, solamente hay dos norteamericanos, C.S.I. Las Vegas y C.S.I. Miami . El resto es producción propia: cinco teleseries (todavía no se incluye Casi perfectos , que esta semana ya se metió en el ránking) junto a Cruz y Raya.com , Memoria de España y Gran Hermano VIP . Gana por goleada Tele 5 con seis espacios. La Primera resiste con tres y Antena 3 de farolillo rojo con Manolito Gafotas . Se supone que en el espectro autonómico, habrá sus correspondientes hits cocinados en casa. O sea, magnífico. Sin embargo esto, magnífico para el sector audiovisual, genera recursos y empleo, conviene enfriarlo unos grados porque el riesgo de la endogamia existe y sus consecuencias empobrecen la calidad y audiencia. Las teleseries propias enganchan con el público por proximidad y aportan el tono paródico necesario para agradar. Cierto que la oferta norteamericana ( El ala Oeste de la Casa Blanca , A dos metros bajo tierra, Everwood, Urgencias , todas en TVE) subió nivel y ya no comemos audiovisuales necesitadas de bicarbonato, pero ¿Y la producción europea? ¿Por qué no compran en esa Europa que tanto queremos señalar como diferente? ¿Acaso no facturan calidad británicos, franceses o alemanes? También ellos nos son próximos.