¡Mola ¿mazo?!

MIGUEL ANXO FERNÁNDEZ

TELEVISIÓN

INTERFERENCIAS

23 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

A FLO LE está saliendo su show de La Primera. Hombre, la competencia se lo pone a güevo , que así cualquiera. Una visual a la parrilla de los miércoles y que nadie espere virguerías. Por eso Florentino va subiendo peldaño a peldaño y ganándose a una audiencia que seguramente tenga un elevado porcentaje de gente joven porque va de tío enrollao , tiene marcha (quizá abuse del colegueo) y el necesario desparpajo para servir un par de horas al horno, calentitas. Cachondeo fino y con bastante mala leche aunque con la habilidad suficiente para, como por ejemplo con Camilo Sesto y José María Íñigo, lo que fue una incursión por las telarañas del tiempo, se convierta en un nostálgico homenaje . A ambos les dedicó unos minutos cómplices que habrán captado quienes conserven memoria de televisión única, de Directísimo . Camilo y José María, juntos, reivindicándose como unas pilosidades bastante de alucinantes y algo de extravagantes, eran como, como, a ver si me sale, como freakies parientes lejanos de la familia Monster... Camilo, amplia melena al viento, intentando disimular una cincuentena que a nadie perdona, era como la máscara de Tutankamón (¿se fijaron en sus orejas?). José María, fiel a su eterno pelucón, compensado con un generoso mostacho al que ya no puede evitar las canas, era como si de un momento a otro fuera a asomar Uri Geller y las cucharas. Y el momento cumbre: el prodigio canoro Mola mazo (no carcajeen, se titula así...), con Camilo Sesto al micro meneándose con ritmo «Mola-mazo-ser-como-soy...» Pues qué horror, tío. Más que mazo, mazazo. Es tan cruel la tele, que hasta de lo patético hace espectáculo.