De ladrón a policía

M.A. FERNÁNDEZ A CORUÑA

TELEVISIÓN

Pitof lleva al cine la historia del mito francés «Vidocq», una película fantástica ganadora del Festival de Sitges Eugène François Vidocq es un mito histórico en Francia. Fue el creador de la policía gala (la conocida Sûreté) y el introductor de la balística y la investigación en los asesinatos. Se convirtió en un personaje polémico, que primero fue ladrón, reo y desertor del ejército. Fue también un maestro del disfraz y un escritor prolífico (redactó sus memorias a los 40 años) al que maestros de la literatura del XIX como Víctor Hugo o Balzac tomaron como fuente de inspiración para sus personajes.

24 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Con tales ingredientes no es de extrañar que su peripecia fuera uno de los proyectos más ambicionados por el cine francés de la última década, ya que, hasta ahora, solamente se habían afrontado aspectos de su vida, un serial televisivo de Claude Brasseur y un par de películas de escaso relieve. Cambio de fechas Aunque vivió entre 1775 y 1857, el realizador Pitof (seudónimo del diseñador de efectos especiales Jean-Christophe Comar), en colaboración con el guionista Jean-Christophe Grangé, trasladaron la acción de Vidocq a 1830, cuando, con cincuenta y cinco años, ya había abandonado la policía y ejercía de detective privado. La película trastoca la fecha real de su fallecimiento para situarlo en el momento en que el rey Carlos X abdica. Un periodista que estaba escribiendo un libro sobre la vida de Vidocq se entera de su muerte y hace un relatorio de su vida. Se centra en su narración en los detalles de su enfrentamiento con El Alquimista, un siniestro personaje, un carnicero del París de los bajos fondos, que reconvierte a Vidocq en una especie de Batman, un personaje más próximo al superhéroe que al personaje histórico. La experiencia del propio Pitof y la colaboración de Marc Caro (hace años estrecho colaborador de Jean-Pierre Jeunet, con el que codirigió Delicatessen), hicieron posible un resultado que el público y la crítica franceses saludaron como una de las películas del año. Fue también la gran triunfadora del palmarés en la última edición del festival de Sitges.