Robert De Niro recoge el premio Donostia de manos de Javier Bardem

CH.L.M. Colpisa SAN SEBASTIAN

TELEVISIÓN

JAVIER ECHEZARRETA / EFE

La expectación continúa ante el anuncio del palmarés Tímido o borde. Ésa es la sensación con la que se quedaron los periodistas que mantuvieron un encuentro de 45 minutos con Robert de Niro, que ayer recibió de manos de Javier Bardem el premio Donostia 2000 con el que el Festival de Cine de San Sebastián quiso reconocer su carrera artística.

29 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El actor llegó a la ciudad rodeado de impresionantes medidas de seguridad, aunque se comportó con bastante indiferencia. Una vez cerrada la carrera por la Concha de Oro, hoy se dará a conocer el palmarés. De «gran honor» calificó Robert De Niro el hecho de que pensaran en él para el Premio Donostia 2000. «El año pasado, los responsables del festival me pidieron que viniera, pero no pude porque estaba trabajando. Este año, me volvieron a invitar y aquí estoy», dijo. El actor desea volver a colocarse detrás de la cámara en breve y repetir la experiencia que llevó a cabo en 1993 con Historias del Bronx. Asimismo, tras terminar este martes el rodaje de The Score, que también protagonizan Marlon Brando, Eduard Norton y Angela Bassett bajo la dirección de Fran Oz, comenzará El pecador al lado del mar. Animal de pantalla Considerado como el mejor actor del mundo por millones de espectadores _«lo que me ayuda a gustarme más a mí mismo», dijo_, es un animal de pantalla, aunque cara a cara resulta soso, incluso aburrido. O al menos esa fue la cara que mostró ayer este actor de 57 años que ha ganado dos Oscar (Toro salvaje y El Padrino II. Robert De Niro aseguró que ahora lleva mejor la fama porque ya no pierde energía en cosas que antes sí. Ahora, lo más importante para él a la hora de aceptar un filme es «el guión». «A veces, he aceptado una propuesta por el director (citó a Martin Scorssesse), aunque éste no tuviera terminado el libreto y sólo me comentara la idea», declaró. El intérprete dice no sentir un apego especial por el rol en el que se ha metido más veces, el de gángster, «porque una cosa es la película y otra la realidad, y mi labor es hacer esa ilusión en la que creemos». Violencia en el cine Sobre las críticas de Al Gore a Hollywood por la violencia en el cine y la televisión, De Niro reconoció que era un tema complicado. «A mí lo que más me importa es que cuando los niños van a ver producciones para ellos, antes pasan por sus ojos trailers de otros filmes muy fuertes y violentos», declaró. Se muestra defensor del libre mercado en el cine: «culturalmente hablando, estoy de acuerdo en que exista un equilibrio entre cine europeo y americano, pero si la gente prefiere el americano está en su derecho. Así es como funciona el sistema».