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«Ni que traficáramos con droga y no que vendiésemos pescado»

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

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EDUARDO

Lonxa da Coruña dice que la presión inspectora en el puerto coruñés raya en acoso

28 sep 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

La directora general de Ordenación Pesquera, Aurora de Blas, destacaba el jueves en Vigo el liderazgo de España en la labor de vigilancia y control pesquero, uno de los pilares básicos para fomentar la sostenibilidad del sector y de sus recursos. De ese celo inspector pueden dar fe en Lonxa da Coruña, donde ayer estallaban de indignación después de recibir a «inspectores de Pesca de A Coruña, de Madrid, agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y funcionarios de Gardacostas», que revisaron siete barcos y registraron la mercancía expuesta para la subasta. «Ni que traficásemos con droga y no que trabajásemos con pescado», deja caer Juan Carlos Corrás, gerente de la lonja del Muro.

Porque, además, si bien es cierto que en alguna ocasión se da el caso de algún decomiso de cierta cantidad de pescado, porque no coincide lo pesado con lo que figura en el diario de pesca o desviación parecido, lo cierto es que la mayoría de las inspecciones se saldan sin que haya habido que levantar acta proponiendo una sanción.

Desde Lonxa da Coruña entienden que es necesario el control, pero señalan que el que se da en el puerto de esta localidad raya en acoso. Y tanta presión inspectora está desviando las descargas a otras dársenas. Y no precisamente porque quieran infringir la normativa, sino simplemente «para no pasar el mal trago de la inspección», explica Corrás.

Este hace un paralelismo con la circulación viaria: «Si sabes que es probable que en determinada carretera vaya a haber un control de Tráfico, buscas una ruta alternativa».

Siguiendo con ese símil viario, el gerente de Lonxa da Coruña señala: «Ocurre igual que cuando a alguien le para el coche la Guardia Civil, aunque tenga todo en regla, no rebase los límites de velocidad y no haya bebido, el nerviosismo no se lo quita nadie, si es que no le detectan alguna nimiedad de la que no se haya percatado».

En el Muro llevan un recuento de las inspecciones. En lo que va de año, los distintos organismos con competencias en control pesquero han aparecido en 495 ocasiones. Según explican, se trata del número de veces que se presentan en el puerto, no de la cifra de embarcaciones o inspecciones realizadas. Por eso hay más actos de presencia que días en el año, «porque a veces vienen los inspectores del Ministerio de Pesca por la mañana y vuelven por la tarde». E incluso, a veces, «coinciden agentes de varios organismos».

En agosto pasado, de acuerdo con los registros de la lonja, hubo un total de 42 inspecciones, 21 de Gardacostas y otras tantas de funcionarios de Pesca, ninguna de la Guardia Civil. En julio, fueron 83 y de los 31 días del mes hubo controles 18, «todas las semanas». «Dudo que haya otra actividad sometida a tanta vigilancia, sentencia Corrás.