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Última oportunidad para aprobar la polémica Ley de Restauración de la Naturaleza

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Rafael Martín | EUROPAPRESS

Se someterá a votación en el pleno de la Eurocámara este miércoles

10 jul 2023 . Actualizado a las 13:24 h.

El pleno de la Eurocámara dará este miércoles en Estrasburgo una última oportunidad a la Ley de Restauración de la Naturaleza propuesta por la Comisión Europea, que un sector del Partido Popular Europeo (PPE) quiere tumbar a toda costa pero que defienden socialistas, verdes, liberales e izquierda.

El Parlamento, dividido entre partidarios y detractores de una norma que Bruselas ve imprescindible para paliar los efectos del cambio climático, deberá decidir si sigue adelante con el texto o lo rechaza definitivamente después de que a finales de junio los eurodiputados de la comisión de Medio Ambiente diesen el primer paso para abandonarla por 44 votos a favor y 44 en contra.

Ahora, será el Parlamento Europeo en su conjunto el que deberá tomar una posición, como ya han logrado los Veintisiete, que sí han acordado su mandato sobre la ley, un argumento que los liberales esgrimirán en sus enmiendas para instar a los populares a abandonar su posición en contra de la ley.

El primer escollo que deberá superar la norma para seguir su cauce legislativo es evitar ser rechazada por el pleno antes de que se voten, una a una, las centenares de enmiendas presentadas por los diferentes grupos políticos, un proceso que puede demorarse más de una hora.

Si una mayoría simple (más votos a favor que en contra) logra rechazar el texto tal y como lo había redactado Bruselas, este se desechará y, dado el poco tiempo de maniobra que deja lo que queda de mandato antes de las elecciones europeas, el Ejecutivo comunitario no tendría tiempo de presentar uno nuevo adaptado a las exigencias tanto de los Estados miembro como de las diferentes fuerzas políticas con representación en la Eurocámara.

Fuentes comunitarias aseguran que la Comisión ha hecho todo lo que estaba en su mano hasta la fecha para sacar adelante el texto basándose en la sustancia del mismo, pero huyendo de debates políticos que escapan a su intervención.

El segundo escenario posible es que, si se aprueba, la ley pasará a negociaciones a tres bandas (trílogos) entre los negociadores el Parlamento Europeo, los Gobiernos nacionales y la Comisión Europea para acordar un texto definitivo.

Tanto partidarios como detractores de la ley en la Eurocámara confían en lograr los números que avalen su posición el próximo miércoles, mientras que desde la Comisión ven «todo muy abierto», aunque el propio vicepresidente para el Pacto Verde, Frans Timmermans, ya avanzó que de rechazarse este texto no se presentaría otro.

La ley ha sido duramente criticada por el Partido Popular Europeo, que ha manifestado su rechazo frontal a la normativa en las comisiones parlamentarias de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca por considerar que «no es suficientemente buena» y que va «en contra de todo el sector primario, agricultores, ganaderos y pescadores».

En este sentido, Timmermans confesó que le entristecía que «algunos intenten llevar la política climática a las guerras culturales porque entonces se crea una oposición tribal y una vez que se entra en ella, los hechos ya no importan». «La crisis climática trasciende las diferencias políticas y que atajarla debería ser algo panpolítico, no de derechas o de izquierdas», incidió el holandés.

La propuesta pretende ayudar a recuperar los hábitats europeos, el 80% de los cuales se encuentran en mal estado y fija, para lograrlo, objetivos y obligaciones específicos jurídicamente vinculantes.

El texto de Bruselas busca establecer medidas de recuperación que cubran al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas de la UE para el 2030, y todos los ecosistemas que necesiten restauración para el 2050.