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La toxina golpea a Noia, que tendrá que posponer el inicio de la campaña marisquera

Marta Casais
M. CASAIS RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

El Intecmar informó esta misma tarde del cierre cautelar de los bancos

18 sep 2021 . Actualizado a las 19:10 h.

El lunes era la fecha fijada por la cofradía de Noia para iniciar una nueva campaña marisquera. Pero habrá que esperar. El Intecmar decretó esta misma tarde el cierre cautelar de los bancos después de analizar las pruebas tomadas en la ría y ante las previsiones de aumento de la presencia de biotoxinas en el agua.

El ascenso de los niveles en los últimos días ya había enfriado los ánimos de los productores, que temían que acabarían retrasando su regreso a los arenales. Las mareas rojas han golpeado fuertemente al sector marítimo barbanzano estas últimas semanas, sobre todo en la ría de Arousa, lo que puso en tensión a unos mariscadores deseosos de comenzar la campaña. «O da toxina xa o temos asimilado», confesaba esta mañana Adelo Freire, secretario del pósito: «Ao final, as mareas pasan, e o molusco que está aí non morre, que é o importante».

Sin embargo, esto no es lo que más preocupa en este momento al sector. Las condiciones meteorológicas de este último año, las riadas en el mes de febrero y el vaciado del embalse del Tambre han contribuido a una pérdida enorme de cría de berberecho.

Desde la perspectiva biológica, Liliana Solís, técnica de la cofradía, aseguró que «casi un 50 % de la cría de berberecho ha muerto durante este invierno». A pesar de la alta mortalidad, las reservas de bivalvo de talla comercial han podido mantenerse. No ha sido así con la almeja japónica y babosa, por lo que Solís admite que «este año hay algo menos».

«Casi un 50 % de la cría de berberecho ha muerto durante este invierno»

Para esta campaña se han fijado cupos de captura ligeramente inferiores a los del año pasado, a pesar de que habrá más productores. Cuentan con permiso de explotación algo más de 1.350 personas, y la cofradía aún está pendiente de confirmar algunos más.

El desarrollo de la pandemia ha provocado un cambio de actitud en muchos productores, que este año siguen teniendo que mantener las medidas sanitarias que se impusieron el ejercicio anterior. Además de la preocupación sanitaria, muchas familias se encuentran inseguras ante cómo impactará la irrupción de la toxina.

A pesar de todo, la prioridad está clara: conseguir un buen precio para el producto que sí estará disponible.

Pendientes de la subasta

Esta última semana la cofradía ha enviado muestras del molusco a la industria conservera, que se manifiesta entusiasmada y con ganas, sobre todo, de berberecho. En este sentido, Adelo Freire se muestra también positivo por los ánimos dentro del sector de la restauración, ansioso por hacerse con el producto de las lonjas de Testal y O Freixo.

Las actitudes ante la demanda son, sin embargo, realistas: «Os prezos ao final van depender de como vaia a poxa». Al dirigente noiés también le preocupa cómo van a ir los mercados internacionales, y el impacto de la importación de producto de fuera. Además del berberecho, el pósito es conocido por sus reservas de almeja fina, que se vende a hosteleros en plazas de abastos sobre todo del norte, en el País Vasco.

Los topes de berberecho, una vez arranque la campaña, se ajustan a 15 kilos para los mariscadores de a flote, y 10 para los de a pie. La almeja fina, babosa y japónica tienen fijados cupos de tres kilos para las tres variedades.