Patrocinado porPatrocinado por

Abanca libera a Nueva Pescanova de la deuda heredada de Fernández de Sousa

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Instalaciones de Nueva Pescanova en Chapela
Instalaciones de Nueva Pescanova en Chapela Oscar Vázquez

Capitaliza créditos por valor de 542 millones y eleva su participación al 97 %

14 jul 2023 . Actualizado a las 20:22 h.

Nueva Pescanova suelta lastre del pasado. Ya lo lleva haciendo desde el 2015, con un organigrama de gobierno y una gestión completamente desvinculada del equipo directivo que ha acabado condenado por llevar a la quiebra a la vieja matriz en el año 2013. Pero, a pesar de la refundación de la multinacional, que dio entrada a siete grandes bancos acreedores en el capital, entre ellos Abanca; y sacó a flote al grupo, la deuda concursal arrastrada desde entonces seguía pesando como una losa al cuello de la empresa. Las dificultades económicas de Nueva Pescanova acabaron por espantar a todo los socios financieros, menos a Abanca, que poco a poco fue adquiriendo las participaciones de los otros bancos hasta hacerse con el control de la pesquera. Y esa ha sido la salvación de Nueva Pescanova, que este martes, por fin, en una junta general extraordinaria de accionistas histórica, se liberó de casi toda la deuda que venía coleando desde la quiebra que acabó sentenciando al expresidente, Manuel Fernández de Sousa, a 8 años de prisión (sentencia en fase de recurso de casación).

Finalmente, los socios aprobaron una capitalización de deuda por valor de 542,2 millones de euros, de un total de 643 millones que quedaban pendientes. De los créditos convertidos en capital, 540 millones fueron puestos sobre la mesa por Abanca, el principal acreedor. Esto supone que quedarían todavía alrededor de 100 millones por neutralizar, y que buena parte de los acreedores minoritarios (más de 70) han optado por no suscribir la capitalización voluntaria de deuda.

 «Hoy renace el grupo»

Pero el endeudamiento neutralizado ha sido decisivo para garantizar la viabilidad de Nueva Pescanova, tal como reconoció este martes la pesquera. «Al ser el principal acreedor que ha acudido a la capitalización voluntaria de deuda, Abanca hace posible la sostenibilidad de Nueva Pescanova a medio y largo plazo», manifestó el grupo, que pasa a estar controlado en su práctica totalidad por el banco gallego, que eleva su participación del 88,4 % que tenía hasta ahora, hasta algo más del 97 %. «Hoy renace el grupo Nueva Pescanova. La compañía está saneada, con unos fondos propios robustos y con la capacidad de desarrollar su negocio sin el lastre que suponía la deuda anterior», manifestó el presidente del grupo, José María Benavent, la término de la junta. Ahora podemos ya enfocarnos en la ejecución del plan de negocio hasta el 2024 para crear valor y crecimiento de forma sostenible», añadió.

En la junta quedó aprobada también la apertura de un plazo de 30 días para que los accionistas que quieran mantener su porcentaje en el accionariado acudan a una ampliación de capital dineraria de un máximo de 50 millones de euros. Esta última operación «tiene como finalidad principal evitar la dilución de aquellos socios que no hayan acudido a la capitalización de la deuda», aclaró la pesquera. El plan de viabilidad de Nueva Pescanova previsto hasta el 2024 pasa por continuar con las inversiones, y prevé la vuelta a los beneficios en el 2022 después de dos años consecutivos de pérdidas.

La vieja matriz vota en contra del rescate y amenaza con impugnar la capitalización

Nueva Pescanova ha conseguido reducir su cuantiosa deuda concursal a 100 millones de euros, y despejar su futuro, pero sigue teniendo al enemigo en casa. Su antigua matriz, Pescanova S.A., convertida ahora en una sociedad de cartera cuyo principal activo es una participación del 1,65 % en Nueva Pescanova, votó este martes en contra de la capitalización de deuda. Y no solo eso. Al término de la junta de accionistas, la también llamada vieja Pescanova anunciaba que estudia la posibilidad de impugnar las ampliaciones de capital aprobadas (la voluntaria para capitalizar deuda, y la dineraria para minoritarios).

La sociedad denuncia que se incumplen varias exigencias legales, entre ellas la identificación de las personas a las que se atribuirán las participaciones o la falta de correlación entre el valor nominal y el real. Los responsables de la vieja matriz, cuyo principal accionista sigue siendo, según la CNMV, Manuel Fernández de Sousa (aunque tiene las acciones bajo embargo judicial), lamentaron que los administradores de Nueva Pescanova «ni siquiera hayan contestado» a sus solicitudes para ampliar información sobre los puntos que figuraban en el orden del día de la junta. Se quejan, por ejemplo, de que no se haya detallado a los accionistas cuál es el estado de la solicitud de préstamos ICO, una petición «que al parecer formuló el consejo de administración en el año 2020» en el marco de las ayudas por el impacto de la pandemia.