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El campo español se suma a la protesta agraria francesa

M.C. / M.A. REDACCIÓN

SOMOS AGRO

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

COAG, UPA y Asaja pactan reanudar un calendario de movilizaciones «por regiones», y los agricultores franceses y belgas continúan los bloqueos

31 ene 2024 . Actualizado a las 09:38 h.

Por un efecto dominó, o no, al final el eco de las protestas de los agricultores que han ido floreciendo en Países Bajos, Alemania, Bélgica, Italia, Rumanía, Polonia o Francia acabará llegando a España. Mientras ayer por la mañana los tractores avanzaban hacia el principal mercado de abastos de Francia, el de Rungis, que abastece desde París a unos 18 millones de franceses, las principales organizaciones agrarias españolas —COAG, UPA y Asaja— acordaron reanudar el calendario de movilizaciones para reclamar «un ambicioso plan de choque que recoja medidas tanto a nivel de la UE como del Gobierno central y de cada una de las comunidades autónomas». Aunque no avanzaron fechas concretas parece que unos de los primeros en movilizarse serán los agricultores de Zamora, el día 9; los de León, el 23; en Aragón, Extremadura y Palencia determinarán fechas en estos días.... En Galicia, según fuentes consultadas, es probable que se aguarde hasta después de las elecciones del día 18 para orquestar alguna acción. Porque las protestas, en principio no serán a nivel nacional. Van a irse convocando a lo largo de las próximas a nivel «más regional».

Pero al margen de estas organizaciones agrarias, según Efe, ayer hubo algunas protestas esporádicas en Extremadura, donde una treintena de tractores participaron en una marcha entre Azuaga y Llerena, o Zamora, donde otro grupo de agricultores y ganaderos se manifestaron por las calles de Zamora tras haberse movilizado a través de unos grupos de WhatsApp y redes sociales que comenzaron a formarse el domingo en toda España. De hecho, desde el movimiento SOS Rural les han invitado a unírseles.

En Cataluña, Unió de Pagesos ha convocado para el 13 de febrero marchas y cortes de autopistas, así como otras acciones en el Puerto de Tarragona. Además, esta organización participará en la tractorada del 21 de febrero, convocada por la Unión de Uniones frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid.

En la carta de deseos de unos y otros hay peticiones para todos. Porque, como han declarado a Efe estos días los portavoces de las principales organizaciones agrarias españolas, «tenemos las mismas razones o más que los franceses para protestar».

Más allá de las consecuencias que para ellos tiene la aplicación de las políticas verdes diseñadas por Bruselas o del exceso de burocracia que ha traído de la mano la nueva política agraria común (PAC), entre las razones que unen a los agricultores de la UE está la inexistencia de unas cláusulas espejo que garanticen que cualquier producto alimentario que entra en territorio comunitario deba de cumplir las mismas normas en materia fitosanitaria y de cuidado del medio ambiente a las que están sometidos los productos agroganaderos producidos de la UE.

De ahí que pidan más controles en frontera para los alimentos llegados de Marruecos o que no se ratifique el acuerdo con Mercosur, un tratado al que Francia se opone radicalmente como recordó ayer Enmanuelle Macron desde Suecia.

Pero ni los discursos del presidente, ni los del primer ministro Gabrielle Attal parecen acallar las protestas en Francia. Ayer los agricultores que bloqueaban París esperaban con impaciencia el discurso de política general del primer ministro Gabrielle Attal. «Nuestra agricultura es nuestra fuerza (...) debe de haber una excepción agrícola», dijo. Pero, según Le Figaro, no les convenció con sus «palabras bonitas». Luego se lamentaban: «Debimos de haber ido hasta la Asamblea».

Macron carga contra las centrales de compra que la distribución abre fuera de Francia

El precio que reciben los agricultores y ganaderos por sus productos es otro de los asuntos que protagonizan los lemas que se pueden leer estos días en las barricadas que continúan bloqueando las carreteras en Bélgica y Francia. Una inquietud que también comparten los productores españoles, que ayer pidieron que la Ley de la Cadena vaya más allá y realmente controle que se pague por encima de los costes de producción.

En un intento de calmar los ánimos de los agricultores, según recoge Efe, el presidente francés, Emmanuel Macron, hizo referencia al asunto al cargar contra las centrales de compra de los grupos de distribución que se han implantado fuera de Francia, en países vecinos como España, para «puentear» la legislación de su país, comprando de ese modo productos agrícolas más baratos en países vecinos.

Hacía referencia a la Ley Egalim, que impone a los industriales y a los grupos de distribución, al negociar con los agricultores, unos precios que, como mínimo, cubran los costes de producción, lo mismo que la Ley de la Cadena española, aprobada tras las manifestaciones del 2020.

El problema, como reivindicaron ayer las organizaciones agrarias españolas en un comunicado, es que esa ley ha de reformarse para «para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción». La petición va para el ministro de Agricultura, Luis Planas, que ayer volvió a hablar de lo que ocurre en Francia. Dijo que el restablecimiento de la calma en las carreteras depende de lo que haga el Gobierno francés para aplacar las manifestaciones de los productores.