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De los árboles también se hace moda

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

SOMOS AGRO

SANDRA ALONSO

Alumnos de la escuela de arte  Mestre Mateo, en Santiago, empieza a utilizar fibras de celulosa certificada para el diseño y la confección de vestidos

30 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los bosques constituyen el refugio de especies, y un elemento indispensable para mitigar los efectos del cambio climático. Pero son, sobre todo, una fuente inagotable de recursos. Galicia lo sabe bien, porque la cadena de valor de la madera, en sus distintas transformaciones, mueve al año más de dos mil millones de euros, una actividad que supone el 2 % del PIB gallego y genera 20.000 empleos directos y 70.000 indirectos. Producimos pasta, tablero, mueble. Y en el horizonte se abre un nuevo e inexplorado nicho de mercado: la moda, a través del uso de fibras de celulosa. La Viscosa, la Modal y la Liocell son las más populares. Alumnos de la escuela de arte y diseño Mestre Mateo, en Santiago, han empezado a utilizar por vez primera producto certificado para la confección de prendas. Se trata de tejido procedente de árboles con certificación forestal PEFC, es decir, con las garantías de que es un monte gestionado de un modo sostenible. Las fibras las ha donado a la escuela gallega la empresa Textil Santanderina S.A., primer productor de tejidos certificados.«Temos que concienciar á sociedade das ventaxas que supón o uso destes materiais na roupa, que teñen as mellores propiedades e contribúen a protexer o medio ambiente», explica Elisa Grille, responsable técnica de PEFC Galicia, asociación nacida en el 2003, y dedicada a la certificación forestal.

Los alumnos de Santiago que trabajan con las fibras de celulosa defienden que, gracias a los nuevos avances tecnológicos, los procesos de extracción de este material son más sostenibles y constituyen una alternativa a las fibras sintéticas, tanto las derivadas del petróleo, como del algodón. «A produción de texidos de orixe forestal consume un tercio da enerxía e sesenta veces menos de cantidade de auga que a misma produción de texidos de algodón», precisa Elisa Grille. Los alumnos de Mestre Mateo han participado en una jornada cofinanciada por la Axencia Galega da Industria Forestal (Xera), y en la que ha participado Paloma García López, la responsable de Circular Project y la presidenta de la Asociación de Moda Sostenible de Madrid. «Esta forma de producir ropa es un arma muy poderosa para revertir el cambio climático: la gente desconoce todo lo que podemos llegar a hacer solo por el mero hecho de vestirnos por las mañanas; cada vez hay mayor conciencia de esto en las empresas y, lo más importante, las grandes corporaciones ya están tomando nota de que se pueden hacer estas cosas y de que, además, no existe otra vía por responsabilidad social. De todos modos, les queda aún mucho camino por recorrer», explica. El avance de los procesos tecnológicos ha propiciado que el abastecimiento de fibra de celulosa no sea más caro que el uso de otros materiales sintéticos, mucho más contaminantes.

Los estudiantes de diseño de las escuela santiaguesa llevan ya años con las fibras de celulosa para confeccionar las prendas, pero es la primera vez que emplean directamente material certificado. Podrán exhibir sus trabajos en el desfile Despunte, que tendrá lugar el próximo 28 de noviembre en la Ciuade da Cultura. Un certamen organizado por la propia escuela, y patrocinado por PEFC. «Dende as ensinanzas de moda, tratamos sempre de fomentar todo o que ten que ver coa sostenibilidade, coa innovación e con que nós chamamos unha moda lenta, enfocada á calidade e o diseño, e sempre respectuosa con medio ambiente», explica Elisa González, jefa de departamento de la escuela Mestre Mateo.