Acuerdo de riesgo compartido: Sanidade quiere pagar las vacunas en función de su efectividad

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Saúde Pública apuesta un modelo en el que se asuman costes dependiendo de los resultados. La primera compra ha sido la de la vacuna reforzada de la gripe

05 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2022 se hacía público que era probable que España tuviese que destruir millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus al haber caducado sin utilizarse. Y hace unos meses, AstraZeneca anunciaba que dejaba de fabricar su vacuna contra el covid-19 por falta de demanda. Su fórmula, empañada por un efecto adverso raro y por la irrupción del ARN mensajero, ha quedado obsoleta también con las vacunas adaptadas a las nuevas variantes. Ambas circunstancias abrieron el debate sobre una gestión más responsable y en él trabaja ya la Dirección de Saúde Pública, que apuesta por superar el modelo basado en la ecuación de tantas dosis por este precio unitario supone esta inversión total para ir más a la filosofía del riesgo compartido, o lo que es lo mismo: empezar a pagar las vacunas dependiendo de la efectividad que demuestren.

«El arsenal terapéutico de vacunas, se está incrementando de manera sustancial y además el concepto de vacunación ha cambiado. Ya no hablamos de vacunación, sino de inmunización» explica la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán. Solo hay que pensar en que este invierno los lactantes gallegos fueron inmunizados por primera vez contra el virus respiratorio sincitial con un anticuerpo monoclonal, una opción que se extenderá a embarazadas y personas mayores, y en la posibilidad de utilizar la vacuna de la meningitis b para prevenir la gonorrea (tres estudios publicados en The Lancet avalaban esta opción), para ilustrar cómo han cambiado las cosas en los últimos años.

Es más. Desde el 2021, Galicia ha doblado su presupuesto para vacunas y sobre la mesa están las innovaciones frente a gonorrea y VRS, pero también la posibilidad de usar el ARN mensajero para crear una vacuna que inmunice contra gripe y covid, por ejemplo, con un previsible incremento de los costes. Eso ha llevado a Saúde Pública a plantearse un cambio hacia un modelo en el que se pague por resultados, una opción que ya se ha utilizado en algunas terapias oncológicas y de hematología. En el 2018, la Consellería de Sanidade lograba su primer acuerdo de riesgo compartido para pagar por dos fármacos de inmunoterapia en función de los resultados que obtuviesen con los pacientes. Ahora, será la vacuna de carga reforzada de la gripe la primera que se adquiera según este acuerdo de riesgo compartido, que cuenta con dos modelos: uno en el que se ajusta el precio según las dosis que se adquieran y otro en función de resultados.

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¿Qué significa? Pues que se establezca un rango e precios en función de la efectividad de la inmunización, que puede alcanzar el 100 % del precio establecido si realmente se cumplen las premisas de los ensayos clínicos o que sea inferior en función de los resultados.

Saúde Pública lleva muchos meses trabajando en un modelo adecuado. «Hay diferentes fórmulas que la gran industria farmacéutica está acostumbrada a manejar», explica Durán. Esta primera compra, ha marcado como parámetros el número de hospitalizaciones y de neumonías en comparación con la vacunación estándar de la gripe con la vacuna tetravalente.

Habitualmente, se firma un acuerdo con una tarifa en función de lo que ambas partes pacten como objetivos cumplidos. Dichos objetivos se suelen marcar a través de ensayos clínicos. Posteriormente, se realizan estudios de vida real para evaluar la efectividad real de la vacuna. En función de esa efectividad se acuerda el pago. 

Para avanzar en este modelo, la Dirección Xeral de Saúde Pública comenzó proyectos de investigación traslacional, es decir, investigación en vida real, como Galflu, el estudio sobre la efectividad de la vacuna de la gripe y Nirse-Gal, el que estudió los efectos de la implantación de la vacuna del VRS en lactantes y que arrojó el resultado de una reducción del 80 % en las hospitalizaciones. Esos estudios permiten, con datos contrastados, saber si merece o no la pena la adquisición de determinadas vacunas.

En estos momentos Sanidade tiene una línea de investigación en vacunación con el grupo de Federico Martinón (encargado del estudio de la vacuna del VRS, por ejemplo), pero también con Juan Turnes, centrado en la eliminación de la hepatitis C; y una línea de investigación en metabolopatías para cribados neonatales

A mayores, hay que trabajar en el ámbito de la gestión y la compra por riesgo compartido. Saúde Pública lleva meses trabajando en un modelo adecuado. «Hay diferentes fórmulas que la gran industria farmacéutica está acostumbrada a manejar, explica Durán.