Seis países estuvieron a punto de retirarse de Eurovisión en el último minuto

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JESSICA GOW | EFE

La tensa final del 2024 fue seguida por 163 millones de personas de todo el mundo y tuvo su mejor cuota de audiencia desde el 2006

26 may 2024 . Actualizado a las 12:55 h.

El Festival de Eurovisión 2024 vivió una crisis sin precedentes hasta pocos minutos antes de su celebración, el pasado 11 de mayo. La alta tensión generada a raíz de la participación de Israel y la expulsión sin precedentes del candidato de Países Bajos en el concurso llevó a seis países a estar a punto de renunciar a participar en la final 25 minutos antes de su comienzo.

Según publica el periódico Noruego VG y recoge el portal Vertele, Noruega, Grecia, Reino Unido, Portugal, Irlanda y Suiza (que se alzó como ganador) mantuvieron una reunión de urgencia 25 minutos antes de las 9 de la noche, la hora fijada para el comienzo de gala. Magnus Børmark, integrante de la candidatura noruega, relata al diario la situación que se vivió detrás del escenario: «Muchos de nosotros reaccionamos ante la oportunidad de Israel de utilizar Eurovisión como su propio instrumento político. Por eso pensamos en retirarnos hasta el último segundo».

La polémica inclusión de Israel en el concurso, la diferencia de trato con la expulsión de Rusia tras invadir Ucrania y la actitud amenazante por parte de los miembros de la delegación israelí presentes en el auditorio generaron un clima que situó a muchos de los candidatos al borde de la rebelión. «Nuestro punto en común era que no queríamos concursar para ser usados y marcados en una máquina de propaganda de guerra en Israel. Participamos para crear un espacio donde podamos unirnos en la música, y no en una situación política en la que todos eligen bando y se odian unos a otros», señaló el músico noruego.

Toda la organización de Eurovisión mantuvo una reunión de urgencia en los últimos minutos antes del festival debido a las fuertes reacciones internas generadas por la participación israelí y por la descalificación del representante de Países Bajos, Joost Klein, debido a una investigación por unas presuntas amenazas por parte de la policía sueca. Miembros de la televisión de Israel que habían amenazado a periodistas de otras delegaciones, como la española, tuvieron que ser trasladados a una sala apartada del resto.

La caótica gestión de esta edición del festival llegó incluso a la Comisión Europea, donde se criticó fuertemente la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizador de Eurovisión, al señalar que fue un «error» vetar la bandera europea del evento celebrado en Suecia y que no es su papel decidir qué banderas pueden exhibirse según la situación geopolítica. Los organizadores impidieron el acceso a la gala del festival con la bandera de la UE. El portavoz principal del Ejecutivo europeo, Eric Mamer, insistió en que «no hay razones» para que el símbolo europeo fuera vetado del Malmoe Arena y subrayó que «no es el papel» de la UER pronunciarse sobre la situación geopolítica y el impacto de llevar la bandera europea, alegando la tensión internacional.

Crece la audiencia

A pesar de la polémica y los llamamientos al boicot, o tal vez precisamente por eso, la final del festival de Eurovisión obtuvo en España una audiencia del 41,8 %, dos puntos más que el año pasado. Casi cinco millones de espectadores siguieron el evento, 47.000 más que en el 2022. Una media de 4,88 millones de espectadores se congregaron frente a la pantalla en España.

A nivel global, Eurovisión 2024 fue seguido por 163 millones de personas de todo el mundo, con su mayor cuota de audiencia desde el 2006, según la organización del evento. Este dato mejora en un millón de personas la audiencia global del 2023 en Liverpool (Reino Unido) y en dos millones la del 2022 en Turín (Italia), informa Efe.

Es más, con un 46,7 % de seguimiento, alcanzó la mejor cuota de audiencia del concurso desde 2006.

Eurovisión volvió a ser especialmente fuerte entre los más jóvenes, pues entre el público entre 15 y 24 años esa cuota fue aún mayor, casi del 60 % (58,6 %), más del triple de las cifras normales que las 37 emisoras participantes suelen tener de media por parte de esta franja de edad.

El mayor volumen de espectadores lo aportó Alemania, con 8,1 millones de personas pendientes del festival, seguido de Reino Unido (7,7 millones).

En términos porcentuales, los territorios nórdicos volvieron a mostrarse como los más eurofanes. En Islandia casi todos los televidentes del país siguieron el programa (un 96 %), seguido por Suecia (87,3 %), Noruega (85,5 %) y Finlandia (83,1 %).

En la anterior edición se habilitó a los residentes de otros países que no participan en el festival para que pudieran votar conjuntamente dentro de la categoría «Resto del mundo». En esta edición se recibieron votos de 156 países.

Según la UER, de estos los que más votos emitieron fueron EE.UU., Canadá, Rumanía, México, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Sudáfrica.

La nueva app de Eurovisión fue utilizada por 2,5 millones de personas.