Gala 10 de «OT 2023»: Naiara, Juanjo y Paul, primeros finalistas, y Chiara, expulsada a pesar de una multitudinaria campaña
SOCIEDAD
Bea, a pesar de entregar la mejor interpretación de la noche, se queda a la espera, junto a Lucas, Martin y Ruslana, que fue objeto de polémica por la baja valoración por parte del jurado de Operación Triunfo
06 feb 2024 . Actualizado a las 15:28 h.OT 2023 está ya a punto de acabar, y ya tiene sus tres primeros finalistas: Naiara, Juanjo y Paul. Los dos zaragozanos han sido los dos más puntuados por el jurado, mientras que el granadino ha conseguido el pase gracias al voto del claustro de profesores. La gala 10, además, ha dejado claro que no hay campañas multitudinarias que valgan en redes sociales para convencer a los seguidores del programa, y Chiara Oliver ha salido expulsada tras poclamarse la salvación de Lucas con un incontestable 67 % de los votos.
La gala se abrió con la actuación más desconcertante de la noche, cuando Lucas interpretó el mítico —y muy trillado— I Don't Want to Miss a Thing con el que Aerosmith había coronado la banda sonora de Armageddon. OT 2023 fue a por todas, y, para demostrar lo consciente que es de lo hortera y demodé de la canción, optó por una realización acorde, a modo videoclip de balada rock romántica de los 90, con sus floripondios, sus vahos y sus brilli brilli. Pero lo perturbador estaba sobre el escenario, con una representación que pretendía mostrar a Lucas como príncipe cantándole a una bella durmiente, pero que lo que parecía era una situación al borde del delito. En todo caso, su interpretación del tema de Aerosmith fue más que correcta.
Le llegó el turno a Chiara, la protagonista durante la última semana de una rocambolesca campaña para conseguir su salvación que implicó a prácticamente todas las marcas conocidas y hasta se coló en el Benidorm Fest. Aunque el tema, el You Oughta Know de Alanis Morissette, está casi tan trillado, para los que fuimos adolescentes en la segunda mitad de los 90, como la de Aerosmith, al menos sí le permitía, en teoría, mostrar una nueva faceta más rockera a la cantante menorquina. Guitarra eléctrica en mano —sonando en directo, lo que es un punto a favor— durante la primera mitad, lo cierto es que fue difícil intuir la garra de Alanis sobre el escenario. Vocalmente, al menos, superó por la mínima la prueba.
Entonces llegó el caos. Y qué caos: uno de alta cultura choni. Naiara manifestó su presencia primero como una risotada desde el más allá, a lo Bruja Mala del Oeste, y después irrumpió ella, en todo su esplendor del extrarradio. Todo en la versión elegida por Operación Triunfo para interpretar el Despechá de Rosalía hacía presagiar el más absoluto de los horrores. Pero nada más lejos de la realidad. Con un escenario lleno de coches de choque que acentuaban aún más la remezcla de tómbola makinera, Naiara, perfecta técnicamente siempre e impecable en todas las galas, abrazó por fin su lado choni, ese que la hizo, nada más salir de la academia en Navidad, irse con el coche a derrapar en un descampado. La zaragozana cantó el Despechá de Naiara, no el de Rosalía, y se comió al escenario y al público asegurándose una plaza directa en la final y un posible triunfo en esta edición.
Después de esta sobredosis de pastillas, llegó el turno de la calma más absoluta, en la voz de Martin. El bilbaíno interpretó Ya no te hago falta, de nuestro paisano Sen Senra, con gran delicadeza y un bonito agudo que le sirvió para demostrar que sus dotes interpretativas van más allá del baile y la expresión corporal. La versión, sin embargo, mucho más lírica en la voz del concursante y carente del característico beat innato en Senra, se pasó de lastimera. Martin acababa cada frase como si fuera un lamento, de forma mucho más sentida que la versión original, haciéndole perder, de paso, parte de su valor atmosférico. Pero, a pesar de todo, estuvo impecable vocalmente y consiguió transmitir emocionalmente, que era su mayor reto. Eso sí, su emplazamiento entre Naiara y Paul no le haría ningún favor.
Y es que Paul llegaba a la gala con una canción que, a priori, tenía poco potencial sorpresivo, el Paenamorar de Paula Cendejas. Pero una vez empezó la actuación quedaba claro que la canción ya era suya. Con un planteamiento escénico que aprovechó al máximo su capacidad de moverse excéntricamente por los espacios y para interactuar corporalmente con unos bailarines en estado de gracia, Paul Thin demostró que está un peldaño más arriba en cuanto a coherencia de su propuesta artística que sus compañeros y que, en ese sentido, ya había entrado ahí con los deberes hechos. El andaluz, que empezó por todo lo alto en la gala 0 con la mejor actuación del estreno, se había desinflado durante las semanas posteriores, pero anoche volvió a dejar patente su potencial como artista distintivo.
Sorprendente fue el cambio de registro de Ruslana, aunque era algo que ella llevaba semanas reclamando. La más joven de OT 2023 había criticado durante semanas al programa por intentar crear un producto de ella con el que no se sentía cómoda. No quería ser la nueva Aitana, lo dejó claro desde su vídeo de presentación, sino la primera Ruslana. Y, después de semanas de bailes sexys y de coreografías, esto es lo que ella quería hacer: interpretar solo con un pie de micro una balada. El programa no le dejó quedarse quieta del todo para interpretar El mundo, de Pablo López, pero al menos sí pudo centrarse simplemente en transmitir, en dramatizar y en demostrar la Ruslana que ella aspira algún día a ser.
La puesta en escena para que Juanjo interpretase el Take On Me de A-ha fue, sin duda, una decisión. Si ya hay bastantes voces que tildan al zaragozano de egocéntrico y de narcisista, sin duda el programa se propuso subir a todo el mundo en este carro, e inundó el escenario de Juanjos de cartón en tamaño real entre los que el concursante tenía que moverse durante la canción. Quizás por lo mucho que le gusta verse a sí mismo, Juanjo tuvo en esta actuación mejor actitud sobre el escenario que nunca, con un ímpetu fiestero que ayudaba a la expresividad de una canción de agudos imposibles. Hubo momentos de exceso de energía que hicieron temer por un descontrol del concursante siempre perfecto técnicamente. Pero finalmente consiguió superar la prueba, como viene siendo habitual con creces, aunque no fuera su mejor pase de la semana.
El momento sublime de la noche llegó al final, con la actuación de Bea. Una interpretación de altura, con una expresividad vocal medida —y desmedida— para defender un himno capital del feminismo español, el Se acabó de María Jiménez. Una canción también muy sobada, a la que, sin embargo, la concursante consiguió insuflar una nueva vida surgida desde el desgarro de su interior. Bea, tras un tímido y retraído paso inicial por el programa, conseguía romperse y abrirse en canal delante del público, demostrando con ese final al mismo tiempo épico e intimo, que su mundo sí es otro.
Chiara, expulsada, y Paul, favorito
Finalmente, y pese a la llamativa campaña global Salvar a Chiara, en el que participaron prácticamente todas las cuentas de empresas famosas, influencers y hasta un alegato en la semifinal del Benidorm Fest por parte del dúo Marlena, la menorquina no consiguió evitar su destino ni mucho menos. De los 8 millones de votos —nada menos— efectuados a través de la app oficial, un irrebatible 67 % votó por la salvación de Lucas, demostrando una vez más que las redes sociales no son el mundo real, y que a los poderosos fans de OT 2023 no se les influencia tan fácilmente.
También con un arrollador 42 %, Paul Thin fue el favorito de la semana, con lo que ha conseguido esos jugosos 3.000 euros en su cuenta que Álvaro Mayo, pese a su ejército alvaromayista, nunca consiguió. Eso sí, ahora esa condición ya no supone ni la salvación ni la inmunidad.
Tres finalistas: Naiara, Juanjo y Paul
Llegó el turno de las valoraciones, que en esta ocasión fueron ya con puntuaciones numéricas individuales por parte de cada miembro del jurado.
No hubo sorpresas en la concursante con la mejor nota, la que nunca ha estado nominada, la que ha dado siempre actuaciones impecables y la que, además, se ha enfrentado a retos muy diferentes, como el de esta misma semana. Se trata, por supuesto, de Naiara, que consiguió las mejores valoraciones de los tres miembros del jurado.
El segundo de los finalistas, aunque a cierta distancia, fue Juanjo, siempre impecable técnicamente también, pero lastrado por una corrección y una selección de temas por parte del concurso que le hizo no acabar nunca de estallar del todo en esta edición.
Los dos más votados por el jurado eran quienes pasaban directamente a la final, con un tercer puesto reservado para el claustro de profesores.
La elección parecía estar entre Bea, Paul y Lucas, empatados en tercera posición en las valoraciones generales. Y efectivamente, los profesores no defraudaron: eligieron a Paul por su calidad artística y por su potencial comercial en el futuro.
Fue, sin duda, una gala agridulce para Bea, que no fue recompensada por hacer la que, sin duda, fue la mejor actuación de la noche.
Y más agria que otra cosa para Ruslana, en unas valoraciones sorprendentes y polémicas en las que acabó teniendo la nota más baja de todas las emitidas, un 7,5, en lo que se intuye como un toque de atención tras la actitud derrotista e inconformista de la concursante en las últimas semanas.
Cuatro concursantes en espera
Ahora, cuatro concursantes quedan a la espera del pase a la gran final: Bea, Lucas, Martin y Ruslana, entre los que los seguidores pueden elegir a quien quieran ver en la final a lo largo de toda la semana.
La dinámica del próximo lunes, en todo caso, es un poco extraña, ya que, durante la gala, se congelarán las votaciones y en ese momento el jurado y los profesores elegirán, respectivamente, a los dos concursantes que se convertirán también en finalistas, dejando a los otros dos a expensas de los votos emitidos por la audiencia durante toda la semana y de un voto extra que estará disponible a partir de ese momento.
De este modo, en la gala 11 todos menos uno pasarán a la gran final de la gala 12, en la que se decidirá el ganador de OT 2023.