Nerea Pérez de las Heras emociona a Inés Hernand al recordar su ayuda de tras la amputación de la pierna: «Las redes de amigas son fundamentales»
SOCIEDAD
La humorista defendió el papel fundamental de la amistad en el programa «No sé de qué me hablas» y destacó la labor de su amiga y compañera de pódcast en los duros momentos posteriores a su accidente
12 ene 2024 . Actualizado a las 17:39 h.La vida de la humorista y periodista Nerea Pérez de las Heras dio un cambio radical el 23 de julio del año pasado, cuando sufrió la amputación de una de sus piernas a causa de un grave accidente marítimo. La comunicadora de 42 años sorprendió a todo el mundo afrontando el traumático episodio con el buen humor que siempre la ha caracterizado, y ahora ha decidido contar su historia, así como la importante labor de su amiga y compañera de pódcasts Inés Hernand para sobrellevar la dura situación. Lo ha hecho en el programa de TVE No sé de qué me hablas, conducido por Mercedes Milá y en el que colabora la propia Hernand, para hablar de «lo importantes que son las redes de amigas», a través de una intervención emocionante que acabó provocando las lágrimas de su amiga. Y de buena parte de la audiencia.
Nerea Pérez de las Heras e Inés Hernand llevan siendo amigas muchos años, y juntas, después de la pandemia, decidieron poner en marcha el exitoso pódcast Saldremos mejores, que mutó en un espacio de humor en la Cadena Ser bajo el título Íbamos a salir mejores, pero…, meses después de su trágico accidente. La humorista ya había contado en varias ocasiones con total naturalidad la importancia de la sanidad pública tras su accidente. También del apoyo de su pareja y de sus familiares. Pero le quedaba algo que contar: la importancia de su entorno de amigas. «Hay una grandísima propaganda alrededor de la pareja, mucha propaganda sobre la familia, y muy poca propaganda sobre lo importantes que son las redes de amigas, y la responsabilidad que hay que tener sobre su salud física y sobre su salud mental», explicó primero en genérico para luego personalizar en su amiga allí presente, Inés Hernand.
«Aquí mi compañera lo tiene grabado a fuego», proclamó Pérez de las Heras mientras solicitaba la mano de su compañera para agarrarla con sentida emoción. Mirándola a los ojos, para afianzar aún más ese vínculo empático entre ambas, continuaba diciéndole a Hernand: «Esto nos ha pasado».
Y, a continuación, la humorista pasó a destacar las mejores cualidades que demostró su amiga ante tan traumático episodio en su vida: «Ella [Hernand] hace una cosa que es gestionar mucho; en el momento en el que se enteró, que estaba casi camino a Vietnam, se puso a gestionar, que era como su manera de sacarme de la situación». Una misión que, además de la parte meramente administrativa —«gestionar papeles, buscarme la baja», explica— también incluía otros aspectos, desde la ayuda física a la protección emocional. «Me ayudaba a subir y bajar la silla de ruedas, recogerme del taxi y llevarme por toda la radio, evitarme cualquier conversación incómoda, abrazarme, solucionarme los problemas y ser una tía…», enumeró Pérez de las Heras sin conseguir acabar la frase debido a la reacción de Hernand, a la que ya le caían lágrimas, en su cara cara desencajada, por la emoción. El alegato a favor de su amiga se inmortalizó con un sentido abrazo conmovedor para todos los allí presentes y quienes estaban viendo ese momento en televisión.
Nerea Pérez de las Heras también destacó la importancia de los cuidados y lo difícil que es pasar de ser cuidador a dependiente. «Yo cuidaba a mis padres, que son dependientes», explicó la periodista sobre los momentos anteriores a su accidente. Todo cambió, por supuesto, tras ese episodio. «De un tiempo a esta parte, yo soy la cuidada, y eso es jodidísimo, es muy complicado», destacó. Y el otro invitado allí presente, el también comediante Dani Rovira, le dio la razón. «Cuando eres una persona que estás acostumbrada a dar, a dar, a dar, nadie seabe lo complicado que es ver que toda tu tribu es ahora la que se mueve para hacerte la vida más fácil», narró el humorista sobre el proceso que vivió tras habérsele diagnosticado el linfoma de hodgkin en el año 2020.
«Yo en ese momento cambié el chip», destacó Rovira para remarcar desde su experiencia la historia de Nerea Pérez de las Heras, «yo me permití decirle a mi gente: “me vais a perdonar, pero la prioridad soy yo; y ahora a quien tenéis que cuidar ahora es a mí. Ahora, si pasa cualquier cosa, esto va de mí”». Una forma de afrontar esos episodios que cree que también vale para su compañera de plató. «Yo, si fuera tu amigo, te diría: “nena, que esto ahora va de ti, que tú eres la prioridad ahora”», le dijo a Pérez de las Heras.
«Yo estaba acostumbrada a hablar todo el rato de que todos somos interdependientes, de que es muy importante mantener los servicios públicos, sanidad pública, educación pública, hacernos responsables políticamente los unos de los otros, pagar impuestos, el estado de bienestar», destacó la humorista, «pero ese discurso lo llevaba por delante porque yo era la cuidadora». La experiencia vivida tras la amputación de las piernas le hizo darse cuenta de que las redes familiares y de amigos son igualmente importantes.
Sobre el accidente: «Estuve consciente todo el tiempo»
La humorista también contó durante el programa cómo fue el accidente y mostró la prótesis que tiene ahora en la pierna amputada.
«Fue con la hélice de un barco y estuve consciente todo el tiempo», comentó sucintamente sobre este episodio del que no le gusta hablar mucho, para no revivirlo y preservar así su salud mental. «En ese momento, hay una parte del cerebro que se activa y se pone a gestionar; yo me puse gestora», explicó sobre los momentos posteriores a que su novia y una amiga la sacaran del agua, «me hice el torniquete y empecé a dar instrucciones, a buscar a un chico que estaba en una zódiac para que me llevase a una cala accesible».
«Yo lo que no quería es que vieran la escabechina las personas que estaban a mi alrededor en ese momento para que no entraran en pánico», comentó sobre qué le hizo tener la fuerza de voluntad y la rapidez para salir adelante, «me fiaba mucho de mí misma y poco del estado de ánimo de la gente que estaba en alerta, por lo que mi urgencia era que no lo vieran».
El impacto de la hélice le afectó de rodilla para abajo, y, según le explicó a Mercedes Milá, la parte inferior de la pierna aguantó hasta el hospital de una forma muy precaria, «atada con varias toallas». Ya en el centro médico de Mallorca, los cirujanos intentaron todo para salvarle la pierna, pero no hubo forma, como le confirmaron en la cuarta cirugía. «Yo asimilé la amputación y el cambio de vida mejor porque tenía muchísima conciencia de la gravedad de lo que había pasado» durante los momentos inmediatamente posteriores al accidente.